Director: S. Craig Zahler (1)
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Intérpretes Principales: Vince Vaughn (1, 2), Jennifer Carpenter, Marc Blucas, Don Johnson, Tom Guiry, Udo Kier (1, 2, 3, 4), Dan Amboyer, Mustafa Shakir, Fred Melamed, Geno Segers, Clark Johnson, Rob Morgan, Pooja Kumar, Philip Ettinger, Michael Medeiros, Jay Hieron, Gabriel Sloyer, Victor Almanzar, Vladimir Troitsky, Larry Mitchell.
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Argumento: Bradley es un exboxeador con un matrimonio a punto de romperse que pierde su empleo como mecánico de coches.
Debido a esta sensación pesimista, acaba decidiendo que su mejor opción es trabajar para un viejo amigo como traficante de drogas.
Esta decisión mejorará su vida hasta que se ve envuelto en un tiroteo entre la policía y sus aliados; situación que le acaba llevando a la cárcel...
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Mi opinión:
"El amigo del protagonista tras ser despedido este del trabajo:
- ¿Estás bien?
- Al sur de bien, al norte del cáncer".
Nuevo film del creador de "Bon Tomahawk", que sigue con su mundo sucio de violencia exacerbada acercándose en aquella ocasión claramente al cine fantástico aunque en verdad no lo fuera, exactamente como ocurre aquí.
Esto es así por lo excesivo de la propuesta y de sus sangrientas escenas de acción, donde la violencia es hasta grosera, además de increíble.
Y esto es el mayor defecto que le achaco a esta cinta, que no me la creo, sobre todo desde el momento en que entra en la cárcel.
Cada vez que el protagonista, por otra parte una especie de superhombre, capaz de resistir todos y cada uno de los golpes que le dan, y son muchos a lo largo del metraje, digo que cada vez que se propone algo, oye, le sale a las mil maravillas. No hay quien se lo crea. Y sí, ya sé que esto es cine, no un documental, pero debe ser algo verosímil... y no lo es en absoluto.
Pero, bueno, si olvidamos estos pequeños detalles hay que convenir que es amena, francamente entretenida y no digo que no interesen las cuitas del protagonista, pero al final no se aleja de cierta previsibilidad, pues más o menos lo vas intuyendo. Lo que no se sabe es hasta dónde irá el bueno de Zahler en su desmesura tonal.
En fin, que sinceramente creo que Zahler, el realizador, haría bien en apartarse un poquito del camino emprendido en sus dos últimos trabajos y ofrecernos ahora algo distinto. Pero él tiene la última palabra, claro. Los demás, a opinar y punto.
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