Director: Jean-François Richet
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Intérpretes Principales: Vincent Cassel, Patrick Chesnais, August Diehl, Olga Kurylenko, Denis Lavant, Freya Mavor, Denis Menochet, Jérôme Pouly, James Thiérrée, Fabrice Luchini, Vladimir Ostermann
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Argumento: Bajo el imperio de Napoleón, François Vidocq, el único hombre que ha conseguido escapar de las más grandes penitenciarías del país, es una leyenda de los bajos fondos parisinos. Dado por muerto tras su última gran evasión, el ex-presidiario intenta pasar desapercibido tras el disfraz de un simple comerciante.
Sin embargo, su pasado lo persigue, y después de ser acusado de un asesinato que no ha cometido, propone un trato al jefe de policía: se une a ellos para combatir a la mafia, a cambio de su libertad.
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Mi opinión: Buen trabajo del realizador Jean-François Richet y del resto de su equipo, ofreciendo un muy entretenido film que conjuga diversos géneros en uno de una forma atractiva, a veces muy violenta, otras algo intimistas donde podemos adivinar los profundos sentimientos del duro protagonista, un hombre de vuelta de todo que solo desea conseguir el indulto colaborando con la Justicia.
Como buen cine francés es perfecta la ambientación, con soberbia dirección artística, a la par que muy estimable banda sonora y fotografía.
Pero lo importante es la historia, una historia fatídica, donde la redención no es sencilla y todo/as deben pagar su particular peaje, a veces incluso con su vida.
No ceja el ritmo en ningún instante y se sigue con verdadero interés, resultando amena desde el comienzo hasta su contundente final.
Personajes, como el antiguo soldado de Napoleón que siente que sus políticos no le pagado sus servicios de forma justa, son conmovedores en su honestidad y sentido del honor, con esa larga pelea final brillantemente filmada.
Puede que se eche en falta una mayor instrospección psicológica del personaje principal, no olvidemos, histórico, pero resulta estimable en líneas generales, un buen producto, nada fácil de filmar.
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