Director: Freddie Francis
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Intérpretes Principales: Jack Palance, Diana Dors, Julie Ege, Edith Evans, Hugh Griffith, Trevor Howard, Michael Jayston, Suzy Kendall, Martin Potter, Percy Herbert, David Warbeck
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Argumento: Neal Mottram es un anticuario que esconde en el sótano de su tienda un valiosísimo tesoro: una escultura africana que le proporciona suerte y riqueza; pero, a cambio, tiene que ofrecerle sacrificios humanos.
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Mi opinión: Poco inspirado film de terror con psycho killer dentro, aunque más bien sea un enajenado inteligente pero creyente en un falso Dios que no es más que una escultura fea.
Freddie Fracis, otrora buen realizador con excelentes filmes dentro de la entrañable factoría Hammer, aquí, en esta producción Harbour, logra una película apagada pero llevadera, sobre todo por su buen elenco interpretativo, no por su argumento, o más bien por su guión, a cargo de Herman Cohen y Aben Kandel.
Eso sí, no se puede decir que aburra y su metraje es el adecuado, sobrepasando por poco la hora y media standard.
Jack Palance está entregado para la causa y personajes como el abogado interpretado con sorna por el gran Hugh Griffith, son de recibo, pero eso no es suficiente para que alcance altas cotas de interés. Más bien se ve con curiosidad pero sin pasión alguna.
No deja gran recuerdo, pudiéndose mezclar en la memoria pasado un tiempo con otras de parecido pelo. Y es que es eso, que no tiene personalidad.
Buena dirección artística y bella fotografía del gran John Wilcox.
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