Director: BERNARD L. KOWALSKI
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Intérpretes Principales: MAXIMILIAM SCHELL, BRIAN KEITH, SAL MINEO, DIANE BAKER, ROSSANNO BRAZZI, J.D.CANNON, BARBARA WERLE, JOHN LEYTON, MARC LAWRENCE, JACKIE CHAN, Barbara Werle, Victoria Young, Robert Hall, Midori Arimoto, Niall MacGinnis, Sumi Haru, Mike Brendel, Joseph Hann, Jerzy Radlowsky, Allen 'Farina' Hoskins, Larry Hawkins, Geoffrey Holder, Mark Slaten, John Clark, José Jaspe, Leoncito Cayeiano, Martín Díaz, Peter Graves, David Aller, Peter B. Kowalski
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Argumento: El Batavia navega junto a Java con la misión de localizar los restos de un buque que naufragó. A parte de la tripulación viajan reos que se trasladan a una isla para pasar condena.
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Mi comentario: Vista con esta tres veces nada menos, la primera vez la vi en el cine, con doce o trece años y me gustó mucho. La peli tuvo mucho éxito comercial en España por el Cinerama y así lucían mejor tanto la fotografía como los efectos especiales, estupendos en su época, entrañables vistos hoy en día (marzo 2020).
En mi segunda visión (no entera, sino hasta que las cuatro bonitas nativas saltan al agua en sensuales bikinis...) pensé esto de ella, o mejor recordé:
"Esta película me trae recuerdos de juventud más que gratos. Por lo menos son gratos recordados hoy en día. La he visto dos veces. La primera me gustó mucho. No se exactamente el porqué. Supongo que por los actores, paisajes, chicas bonitas, colorido...
La segunda vez que la vi (aproximadamente un año después de la primera), recuerdo que nos la dieron en conmemoración de San Juan Bosco, patrón de todos aquellos que trabajan en la farándula, y fundador de los Salesianos, que es donde yo estudiaba entonces.
La recordaba perfectamente pero permanecía en silencio en la sala (Burtzeña, Barakaldo, Bizkaia), gozando de lo que disfrutaban los demás viéndola. En esto, que en una escena salen chicas nativas en bikini. ¡La que se armó! El director del colegio nos hizo a todos los mayores salir del cine, nos llevó al colegio, que distaba del cine unos cuatrocientos metros y nos echó una bronca tremenda. Al acabar nos dijo muy enfadado:
"- Seguro que si pregunto a uno sólo de vosotros el nombre de algún actor o actriz que trabaja en la película, no lo sabe nadie". Yo me mordí la lengua, pues estuve tentado de decírselo pues los sabía casi todos, por lo menos los de los más famosos. Pero no lo hice y me quedé con las ganas y sin ver el resto de la peli. Menos mal que ya la había visto. Creo sinceramente que por eso no armé la gorda pues aunque no soy nada valiente estas situaciones injustas me enervan y suelo manifestarme en contra, lo que me ha causado más de un castigo, pero bueno, hay que quejarse de vez en cuando".
Y visto por tercera vez (y creo que ya la última) en mi vida, por televisión, en marzo de 2020, la verdad es que su visión me causa tedio y por tanto mucha desilusión.
Y es que han pasado cincuenta años desde su estreno y se nota... para mal.
La fotografía es estupenda y siempre es grata la presencia de intérpretes que siempre me han sido muy simpáticos, como Maximiliam Schell (aquí con una cara de piedra que no puede con ella) y/o Brian Keith y Sal Mineo. Así como J.D. Cannon, siempre estupendo actor "secundario".
Pero la peli es envarada, con muchas escenas vacías de contenido y emoción, que no llevan más que al aburrimiento en diversas ocasiones.
Sólo su parte final, con esas escenas de tsunamis tienen fuerza dramática (los efectos especiales estuvieron nominados para el Óscar). El resto es olvidable. Y es que su realizador Bernard L. Kowalski, dirige con el piloto de mano puesto.
En fin, otro mito que se me ha caído, pero supongo que la peli, en sí, no tiene la culpa, sino el tiempo, verdugo inexorable que remueve el pasado y las ilusiones, no siempre para bien.
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