Director: José López Rubio
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Intérpretes Principales: Julio Peña (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9), José Bódalo (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8), Sara Montiel, Nani Fernández (1, 2), Tony Leblanc (1, 2), Adriano Rimoldi (1, 2), Rafael Calvo (1, 2, 3, 4, 5, 6), Conrado San Martín (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8), Rafael Romero Marchent (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9), Francisco Rabal (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11), Carmen Cobeña, José Prada (1, 2, 3, 4, 5, 6), Antonio Almorós (1, 2).
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Argumento: Un capitán de infantería novato, que sólo desea estar en el frente de África los dos años reglamentarios pues desea vivir en Madrid, llega a convertirse en un oficial militar según el modelo de la época a base de sufrir penalidades y desgracias de compañeros. A ello le ayudará un duro pero justo coronel, para quien el Ejército Español es su vida.
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Mi comentario:
"La bala que se oye silbar es la que no mata".
Pues eso, como se dice en la propaganda de la película: "Exaltación de los valores castrenses en boga en la época de la postguerra".
Ni más ni menos, esa era su misión, el exponerlos claramente y sin ningún rubor y a fe que lo consigue, pero tan torpemente y lleno de hirientes tópicos que ya en el día de su estreno fue cine rancio, viejuno. O sea, que vista hoy en día (diciembre de 2017) para qué contar.
Historia mil veces vista, mostrada de forma nada apasionante, fría y distante por su cavernícola mensaje, y que aburre un poco y todo.
Es notable el gran José Bódalo en su esfuerzo interpretativo, recitando largos solilogios sobre el honor, el valor, la valentía, la cobardía y todo lo que representa el Ejército Español, con los insignes "legionarios de Franco" (así lo dicen y es que hasta se puede decir que le hacen la pelota al Generalísimo de forma ridícula) y demás cuerpos.
Nulas escenas de acción bélica donde al enemigo ni se le ve en todo el filme y buen elenco interpretativo (nunca le había visto tan joven al inolvidable Paco Rabal) que, en una gran mayoría, supongo que no tenía más remedio que aceptar estos papeles para poder dar de comer a los hijos y familiares (bueno, y a sí mismos, claro).
En definitiva, pobre película, francamente mediocre, cuando no mala directamente, que causa en diversos momentos vergüenza ajena, más por el fondo que por la forma.
A evitar por sus nulas cualidades positivas cinematográficas, pero francamente interesante desde el punto de vista "histórico", por ver, más que nada, cómo se las gastaba el Régimen franquista en su ardua labor de jamar el coco al atribulado español que se las pasaba más bien putas tras la salvaje y cruenta Guerra Civil Española.
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