Director: Delbert Mann.
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Intérpretes Principales: James Garner, Jean Simmons. Suzanne Pleshette. Katharine Ross, Angela Lansbury. George Voskovec.
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Argumento: Una mañana, en medio del Central Park de Nueva York, está un hombre de mediana edad, sin afeitar y con no muy buena pinta.
Tan sólo tiene un número de teléfono, dos pastillas y un anillo roto en su dedo.
No recuerda quién es y llama por teléfono al número que tiene escrito en el papel.
Queda con la mujer en su casa y no se conocen, pero la mujer le ayuda y le da dinero.
Recorrerá las calles de Nueva York, intentando recordar quién es. Aunque tiene una pista. En un periódico lee que un peligroso asesino, enfermo mental, ha huido de un hospital, robándole un traje gris al director del lugar. ¡Y él tiene un traje gris!.
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Mi opinión: Interesante película que, lastimosamente, resulta bastante tediosa, al menos en una buena parte del metraje.
Está dirigida por Delbert Man, uno de los primeros directores que recurrió al rodaje en exteriores, a la par que narraba historias de índole profundamente humana, donde los sentimientos de los personajes eran lo principal y no la acción.
Aquí sucede lo mismo, adaptando una exitosa novela de Evan Hunter.
Lo que ocurre es que, si en la novela la historia se seguía con pasión, aquí no sucede lo mismo al haber demasiados diálogos, una dirección exquisita en cuanto a dirección de intérpretes, pero distante y un ritmo decididamente lento.
El guión es bueno, en cuanto que el rompecabezas queda explicado al final mediante cuatro historias que van dando pistas al atribulado y perdido personaje principal, bien encarnado por James Garner, que aparece en prácticamente todas las escenas.
Aunque quienes están soberbias son sus cuatro actrices principales, sobre todo Angela Lansbury en un papel corto pero intenso y Suzanne Pleshette, que creo que es una de las actrices más desaprovechadas del cine mundial.
Por lo demás, a parte de la irónica y algo divertida escena en la que en un parque público un policía le pide al protagonista su documentación al oir que gritaba, no logrando su propósito al sublevarse todos los presentes y recriminar su actitud al policía, la verdad es que no hay nada que se logre recordar más allá de su visión.
Resulta una película demasiado (para mi gusto, claro) literaria, que no queda demasiado bien en imágenes.
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