Él, desde pequeño, sueña nada menos que con ser Presidente de Los Estados Unidos de Norteamérica. Ella, en cambio, es una muchacha idealista, revolucionaria, muy valiente y que no se corta ante nadie para expresar su opinión.
Esto hará que ella le cause algún problema protocolario con personas que le pueden llevar a él en un futuro a una carrera como Congresista.
Un día, mientras ve él la tele, se entera de que ha habido un atentado con coche bomba y han muerto tres personas, dos políticos izquierdistas chilenos y una joven estadounidense. Se trata de su amada.
Ocho años después, él se encuentra inmerso en la carrera como Senador, y un día le parece que le ve a ella en la calle.
A partir de ese día tiene la convicción de que en realidad ella no murió.
"La ambición es hielo en el lago de la emocion".
Considerada por gran parte de la crítica internacional, o al menos nacional, como un film endeble, he de decir que me gustó mucho.
Cierto es que es extraña, al combinar de forma muy peculiar diversos géneros: el trhiller político, el drama romántico por excelencia, la intriga, el político...
Supongo que todo ello aparece en la novela original de Scott Spencer, de la que se basa el film, pero resulta, para mi gusto, plenamente convincente, a medida que pasan los minutos.
Al comienzo está la historia del asesinato de la joven y la carrera política del chico ocho años después. Sin embargo, poco a poco, la cinta deriva en una cuestión con elementos fantástico...o quizás no.
Todo ello con gran intriga, que se complementa y nutre de buenos y clarificadores flash-backs que nos narran lo que aconteció años atrás.
Al final, la historia es conmovedora, al tener mucha fuerza romántica, que hace emocione en los minutos finales.
Quizás algo ingenua y algo maniquea en algunas escenas, no puede negársele un intento, al menos, de contar algo diferente, desde un punto de vista que se escapa bastante de la racionalidad.
Creo que el guión es francamente bueno y está trabajado, como explica que estuviese nominado en los Independents Spirits.
Sucede que, como en todo en la vida, es cuestión de gustos y de, al final, reflexionar si lo que nos han contado nos llena y convence. En lo que a mí respecta, sí lo ha hecho esta emotiva cinta, que habla, sobre todo, de una preciosa historia de amor intemporal, más allá de diferencias ideológicas
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