THE VISITOR (USA, 2007) Drama Político-Social. Nota media: 6,50

Director: Tom McCarthy

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Intérpretes Principales: Richard Jenkins, Haaz Sleiman, Danai Jekesai Guriri, Hiam Abbas, Marian Seldes, Maggie Moore, Michael Cumpsty.

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Argumento: Walter Vale, un profesor universitario de Connecticut que viaja a Nueva York, se ve envuelto en la vida de una joven pareja inmigrante que descubre viviendo en su apartamento de Manhattan, un piso que apenas visita.
Tarek, un músico Sirio, y Zainab, su novia senegalesa, viven allí porque alguien les ha alquilado el apartamento, haciéndose pasar por el dueño.
Walter, apiandándose de ellos, pues no tienen dónde pasar la noche, iniciará una bonita historia de gran amistad con Tarek.

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Mi opinión: Excelente film dirigido con sensibilidad y sentido de la justicia por Tom McCarthy, que ya en debut “Vidas cruzadas” nos deleitó con una cinta muy humana, que abogaba, como en ésta, por la solidaridad y la búsqueda de la dignidad.
Sin embargo, en esta ocasión no se trata sólo de personas que necesitan del amor y respeto de los demás, sino que aborda un aspecto socio-político de actualidad cuando se rodó el film, en la todavía infausta era Bush.
Comienza con una historia de conocimiento, respeto y finalmente gran amistad entre tres personas muy diferentes entre sí, alejados en edad y status económico, para derivar en un argumento de claro aspecto político-social que nos conmueve, azora y finalmente deja pegados a la butaca de la sala.

McCarthy, con un ritmo para nada lento, pero sí tranquilo, donde a cada minuto pasan cosas que hacen avanzar la historia por lo que nada sobra, se toma su tiempo para que conozcamos a los más bien pocos pero ricos personajes. Una vez conseguido gracias a un estupendo guión, aparentemente sencillo pero completo, y a base de cortos y sentidos diálogos, nos aboca hacia algo que no esperábamos y nos tensiona al descubrirnos (al igual que al protagonista) una cruel e injusta realidad que carcome los cimientos de lo que llamamos eufemísticamente “Primer Mundo”, y/o “Mundo libre”.
Entonces todo se convierte en una pesadilla que no busca, en absoluto complacer al espectador, sino que en todo momento resulta creíble y veraz.

Emociona y enrabieta a partes iguales, y gracias a sensacionales intérpretes, con el siempre brillante Richard Jenkins (ya era hora un gran papel para él), que con este papel consiguió una nominación al Óscar.
El final, a la vez esperanzador e inquietante ante la incertidumbre que se plantea, pero dentro de la más absoluta libertad de elección, se queda en la retina para siempre.
Una gran pequeña película, donde un hombre vacío, que no vive más que para auto-engañarse diariamente, encuentra a otros seres humanos que le hacen ver su camino para lo que le resta de vida y le revitalizan a base de compañía, música y solidaridad ante las tropelías para con los indefensos.