Director: Álex de la Iglesia---
Intérpretes Principales: Carlos Areces, Antonio de la Torre, Santiago Segura, Carolina Bang.
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Argumento: Durante la Guerra Civil Española, en 1937, un payaso (el triste), será reclutado a la fuerza para luchar con el bando republicano. Su hijo, a consecuencia del trauma recibido, cuando es mayor de edad sacará toda su rabia interior al enrolarse en un circo como payaso y conocer a una preciosa trapecista, que tiene una relación de amor y odio con otro payaso.
La lucha entre los dos hombres será terrible.
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Mi opinión: Buena película de Álex de la Iglesia, sin duda su mejor obra, por supuesto que en el aspecto meramente industrial, pero también en el argumental, pese a irse, como es habitual en él, por los cerros de Úbeda en numerosas ocasiones.
Sucede que la primera media hora es primorosa, fuerte, impecable desde el punto de vista visual y dramático, con un montaje enfebrecido y una puesta en escena encomiable.
Sin embargo, marca de la casa De la Iglesia, poquito a poco el argumento se torna más y más rocambolesco, con idas y vueltas que azoran un tanto al espectador, dando la sensación de ir sin un rumbo completamente preestablecido. Digamos que parece que De la Iglesia deja campar por sus respetos a sus enloquecidos personajes dejando que ellos sean quienes marquen la pauta.
Esto es positivo y negativo a la vez. Negativo por que se acaba pensando que el film va de más a menos y positivo porque así es más fresca y libre, sin duda, no dejando descanso al espectador que, en todo momento, se interesa, y mucho, por lo que sucede.
Una ¿comedia? muy triste, que tiene sus momentos de risa y varias sonrisas, pero que te deja el corazón bastante helado con un final que no deja lugar a dudas.
Excelente ambientación, deslumbrante iluminación y fotografía, y unas estupendas interpretaciones, pero más bien de Santiago Segura, que con un corto pero riquísimo e importantísimo personaje se adueña del alma de la historia al ser leif motiv del protagonista.
Una película española inusual, que merece no sólo respeto, sino visionarla, que hay mucho, muchísimo trabajo dentro.
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