Director: Giuseppe Tornatore
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Intérpretes Principales: Geoffrey Rush, Jim Sturgess, Sylvia Hoeks, Donald Sutherland, Philip Jackson, Dermot Crowley, Liya Kebede, Kiruna Stamell.
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Argumento: Virgil Oldman es un hombre solitario; un excéntrico experto en arte y agente de subastas, muy apreciado y conocido en todo el mundo. Su vida transcurre al margen de cualquier sentimiento afectivo hasta que conoce a una hermosa y misteriosa joven, que le encarga tasar y vender las obras de arte heredadas de sus padres. La aparición de esta joven, que sufre de una extraña enfermedad psicológica que la mantiene aislada del mundo, transformará para siempre la vida de Virgil.
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Mi opinión: Interesante, sobre todo sobre el papel, una vez vista en pantalla se queda en un entretenimiento al que se le puden poner bastantes pegas.
Para comenzar hay que decir que es amena pues no hay tiempos muertos y Tornatore dirige de forma extremadamente elegante una historia que, ay, se ve venir a mitad de la cinta, incluso el final, por lo menos a mí me pareció, puede resultar previsible. Y esto es algo negativo. Pero hay que afirmar que sus elementos técnicos son impecables, con una exquisita banda sonora del maestro Morricone, una preciosa fotografía y unas excelentes interpretaciones, sobre todo, una vez más, la del siempre soberbio Geoffrey Rush.
Por ello hay que indicar que la cinta no está nada mal, pero tiene sus defensores y detractores, estos bastante furiosos, quizás demasiado, según leo por ahí críticas. Pero no está nada mal y por lo menos consigue interesar hasta el final.
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