Director: Fernando Franco
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Intérpretes principales: Marian Álvarez, Manolo Solo, Rosana Pastor, Ramón Barea, Andrés Gertrudix, Luis Callejo, Ramón Agirre.
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Argumento: Ana es una mujer de 28 años que se siente útil y satisfecha en su trabajo rutinario ayudando a otros.
Sin embargo, fuera de su jornada laboral, Ana tiene serios problemas para relacionarse, pues es socialmente torpe, incluso agresiva, con las personas más cercanas y queridas.
Sin embargo, fuera de su jornada laboral, Ana tiene serios problemas para relacionarse, pues es socialmente torpe, incluso agresiva, con las personas más cercanas y queridas.
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Mi opinión: Dura e implacable, pero a la vez, esperanzadora película española, que fue, se puede decir, la gran Triunfadora en el Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián, este año de 2013, ganando los prestigiosos premios Premio Especial del Jurado y Concha de Plata a la Mejor Actriz para la, aquí, soberbia Marian Álvarez.
Y es que ella, prácticamente sola, lleva el gran peso de la cinta, que narra una desoladora, triste y enfermiza historia de una mujer aquejada de trastorno bipolar, aunque en el film esto no se diga nunca.
Y esto, quizás, lastre un tanto el interés para el espectador menos dedicado a la reflexión tras la visión de una película por cuanto cuesta mucho meterse en la piel de la protagonista, casi imposible entenderla y, por tanto y a la postre, sentir total empatía hacia ella. Porque, sí, da pena ver cómo sufre, pero...¿por qué sufre tanto, qué le ha llevado a ello, por qué hace algunas de las cosas que hace? No, no nos lo ponen fácil sus dos guionistas, uno el propio director, sin duda, y creo que al final es un claro acierto, que el espectador no se deje influir, ni tenga todo mascado, para que trate de indagar por sí mismo acerca de las causas de tanto sufrimiento.
El hecho es que esta película, no invita precisamente a recomendar a cualquier amigo/a su visión, pues es, como ya he dicho antes, dura y áspera, pero al mismo tiempo, si alguno de eso/as amigo/as nos pregunta si es buena o mala, debemos decirles claramente que es buena, que es muy meritoria, que es valiente y oportuna, que, en suma, merece la pena su visión, al menos desde un punto de vista estrictamente cinematográfico. Otra cosa es que luego nos den las gracias por la recomendación positiva, igual nos sacan cantares...
A mi modo de ver está muy bien realizada, con pocos visibles mimbres, pero gran esfuerzo creativo, honesta a carta cabal, que hay que valorar positivivamente.
Y es que ella, prácticamente sola, lleva el gran peso de la cinta, que narra una desoladora, triste y enfermiza historia de una mujer aquejada de trastorno bipolar, aunque en el film esto no se diga nunca.
Y esto, quizás, lastre un tanto el interés para el espectador menos dedicado a la reflexión tras la visión de una película por cuanto cuesta mucho meterse en la piel de la protagonista, casi imposible entenderla y, por tanto y a la postre, sentir total empatía hacia ella. Porque, sí, da pena ver cómo sufre, pero...¿por qué sufre tanto, qué le ha llevado a ello, por qué hace algunas de las cosas que hace? No, no nos lo ponen fácil sus dos guionistas, uno el propio director, sin duda, y creo que al final es un claro acierto, que el espectador no se deje influir, ni tenga todo mascado, para que trate de indagar por sí mismo acerca de las causas de tanto sufrimiento.
El hecho es que esta película, no invita precisamente a recomendar a cualquier amigo/a su visión, pues es, como ya he dicho antes, dura y áspera, pero al mismo tiempo, si alguno de eso/as amigo/as nos pregunta si es buena o mala, debemos decirles claramente que es buena, que es muy meritoria, que es valiente y oportuna, que, en suma, merece la pena su visión, al menos desde un punto de vista estrictamente cinematográfico. Otra cosa es que luego nos den las gracias por la recomendación positiva, igual nos sacan cantares...
A mi modo de ver está muy bien realizada, con pocos visibles mimbres, pero gran esfuerzo creativo, honesta a carta cabal, que hay que valorar positivivamente.
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