Director: Lucía Puenzo
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Intérpretes Principales: Àlex Brendemühl, Natalia Oreiro, Diego Peretti, Elena Roger, Guillermo Pfening, Ana Pauls.
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Argumento: En el verano de 1960, un médico alemán conoce a una familia argentina en la región más desolada de la Patagonia, y se suma a ellos, en caravana, por la ruta del desierto.
El viajer es un criminal de guerra alemán, escapado a finales de la II Guerra Mundial. Esta familia revive en él todas las obsesiones relacionadas con la pureza de la raza, pues comienza a realizarinvestigaciones con la hija del matrimonio, una chica más baja de lo normal, a quien le hace crecer inoculándole algo que puede ser peligroso.
El viajer es un criminal de guerra alemán, escapado a finales de la II Guerra Mundial. Esta familia revive en él todas las obsesiones relacionadas con la pureza de la raza, pues comienza a realizarinvestigaciones con la hija del matrimonio, una chica más baja de lo normal, a quien le hace crecer inoculándole algo que puede ser peligroso.
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Mi opinión: Drama de intriga y suspense que, en principio basado en hechos reales, supongo que convenientemente novelados, cala en el espectador debido al realismo impreso en el desarrollo del argumento. Un argumento espeso, oscuro, con gran poder de fascinación gracias a la brillante interpretación de Álex Brendemühl.
Con unos preciosos paisajes de la Patagonia, y una alicatada fotografía, logra embaucarnos para seguidamente, y gracias a la pérfida mirada e intenciones del personaje del médico alemán, en realidad uno de los más siniestros personajes que han existido, acojonarnos sin alardes técnicos ni efectos especiales, simplemente con los silencios y miradas nos pone los pelos como escarpias.
Un film nada sencillo, aunque se entienda todo fácilmente, pero que nos obliga a reflexionar sobre la condición del ser humano, de sus verdaderas intenciones, del poder de fascinación del Bien y del Mal.
Una buena película que gustó mucho en el último Festival de Cine Internacional de Donostia-San Sebastián 2013.
Con unos preciosos paisajes de la Patagonia, y una alicatada fotografía, logra embaucarnos para seguidamente, y gracias a la pérfida mirada e intenciones del personaje del médico alemán, en realidad uno de los más siniestros personajes que han existido, acojonarnos sin alardes técnicos ni efectos especiales, simplemente con los silencios y miradas nos pone los pelos como escarpias.
Un film nada sencillo, aunque se entienda todo fácilmente, pero que nos obliga a reflexionar sobre la condición del ser humano, de sus verdaderas intenciones, del poder de fascinación del Bien y del Mal.
Una buena película que gustó mucho en el último Festival de Cine Internacional de Donostia-San Sebastián 2013.
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