Director: KANJI NAKAJIMA
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Intépretes Principales: Mitsuhiro Oikawa, Eri Ishida, Hiromi Nagasaku
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Argumento: Situada en un entorno vagamente futurista, la película nos CUENTA la historia de un astronauta llamado Kohei que participa en un programa de clonación.
Cuando Kohei muere accidentalmente en una misión, el gobierno clona su cuerpo y su memoria, pero el resultado no es del todo satisfactorio. El nuevo Kohei verá como se abren las heridas de su pasado y sus médicos se verán obligados a volverlo a clonar.
A partir de ahí, entramos en ese futuro irreal, casi soñado y neblinoso en el que el protagonista buscará respuestas a las claves de su vida, escarbando en las heridas de su pasado, en las que cobra especial importancia la existencia de un hermano gemelo.
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Mi opinión: Un film futurista de gran calidad sobre todo técnica, en la que, mediante una prodigiosa fotografía, logra meternos en una historia narrada de forma premiosa pero con mucha emoción, aunque la muestre de forma bastante contenida.
Una bonita y tierna, a la vez que dolorosa historia de amor fraternal y maternal, familiar en suma, unida a un muestreo de lo que podría ser, entre otras cosas porque ya comienza a serlo, un futuro donde la ciencia se muestra inclemente con el ser humano, con la excusa, quién sabe si razonable en el fondo, de conseguir un futuro mejor para la raza humana.
Sensible y conmovedora en su vertiente "familiar", es seca en cuanto a mostrar el contenido científico, la insensibilidad de quien busca un futuro mejor.
Bastante lenta, aunque llena de momentos bellísimos en cuanto a plasticidad y puesta en escena, resulta bastante irregular en su conjunto, pero merece la pena por cuanto se nos muestra un cine de ciencia ficción muy alejado de lo que el cine yanqui, por ejemplo, nos muestra en su cinematografía. Aquí los sentimientos son lo importante, más allá de los efectos especiales (aquí casi ausentes).
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