Director: Aik Karapetian
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Intérpretes Principales: Anta Aizupe, Maxim Lazarev, Aris Rozentals
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Argumento: Un ejecutivo de negocios despide a cientos de trabajadores del puerto después de que comiencen una huelga. Él y su esposa planean escapar del estrés con unas vacaciones en Italia. La noche antes de su viaje, uno de los trabajadores despedidos se cuela en su casa. Le identifica una pieza de su uniforme: una chaqueta de seguridad naranja. Sus acciones revelan una intención criminal, pero la venganza es sólo el primer paso.
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Mi opinión: Extraño film, corto en metraje, pero algo espeso, por lo que cuesta digerirlo un tanto.
Ocurre que, quizás, en papel quedaba bien el argumento, bien sencillo por otra parte, puesto que no tiene más particularidad, pero el desarrollo narrativo por parte de su realizador Aik Karapetian, en su segundo largometraje, es alambicado, con ensoñaciones del protonista, farragosas, que no ayudan a la comprensión del espectador. No es que cueste entenderla, pero sucede que al fin y a la postre todo queda en bienintencionado film de intriga escorado hacia el terror más puro, con "presunto" psychokiller como personaje principal (no quedan claras las verdaderas motivaciones del asesino).
Casi sin diálogos, las imágenes deberían tener suficiente fuerza dramática por sí solas, pero no ocurre así, siendo pocos los momentos verdaderamente interesantes, como no sea la "tensión" (tampoco es para tanto) entre el protagonista y las dos prostitutas a las llama a su mansión para "un trabajito".
En resumen, que no llega a aburrir pues es corta aunque se hace algo larga, pero no aporta nada nuevo aunque me temo que el director lo intenta aportando su personalidad. Pero el resultado final es, en mi opinión, más bien mediocre, ni fu ni fa.
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