Director: Paul Schrader
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Intérpretes Principales: Nicolas Cage, Anton Yelchin, Alexander Karim, Irène Jacob, Aymen Hamdouchi, Claudius Peters, Adetomiwa Edun, Robert G. Slade, Derek Ezenagu, David Lipp.
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Argumento: Evan Luke, un veterano agente de la CIA, debe volver de su retiro para enfrentarse a Banir, un peligroso terrorista al que creía haber eliminado hace años. Pero nadie en la agencia le cree, sobre todo porque padece una irreversible enfermedad mental.
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Mi opinión: Extraño thriller, no porque no se entienda, sino porque no se sabe bien a qué juega, qué pretende exactamente.
Me refiero a que no es ni una película de acción, ni un thriller, ni de intriga y/o suspense...solamente, sino todo a la vez.
Y ahí, quizás, está su mayor fallo, su indefinición, y por tanto, su falta de personalidad, a pesar de que está realizada nada menos que por Paul Schrader.
Pero es que el mensaje, si lo tiene,, no puede ser más farragoso, ambiguo y hasta contradictorio...aunque sus últimos ridículos diez minutos finales nos sacan de duda.
Unos minutos donde sale a relucir la "heroicidad" y determinación del ciudadano americano (de USA, claro), frente a los malosos terroristas de turno.
Y es que con lo fácil que era haber finalizado la peli diez minutos antes o así, donde todo hubiera quedado bien cerrado, se estropea con la salida de tono que tanto le gusta al cine yanki (de acción en particular).
El resto de los mimbres de la cinta es normalito, sobresaliendo sólo la buena fotografía, desde los diálogos hasta las interpretaciones en líneas generales. Nicolas Cage resulta algo excesivo, histriónico, aunque quizás su personaje lo pida, no en vano se trata de un enfermo mental (que no loco), con salidas de tono que son propias de la enfermedad, y por tanto verosímiles.
En definitiva, que la película se ve y se olvida de la misma. No aburre, pero tampoco aporta absolutamente nada.
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