Director: Lásló Nemes
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Intérpretes Principales: Géza Röhrig, Levente Molnár, Urs Rechn, Sándor Zsótér, Todd Charmont, Björn Freiberg, Uwe Lauer, Attila Fritz, Kamil Dobrowolski, Christian Harting.
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Argumento: En el año 1944, durante el horror del campo de concentración de Auschwitz, un prisionero encargado de quemar los cadáveres de su propia gente encuentra cierta supervivencia moral tratando de salvar de los hornos crematorios a un niño que se ha salvado milagrosamente de los gases.
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Mi opinión: Buen debut como largometrajista del húngaro Lásló Nemes, que narra su terrible historia sobre el holocausto de forma hipnótica, desasosegante, claustrofóbica, pero pulcramente, con los elementos más horrorosos casi fuera de campo, difuminados. El rostro del protagonista es lo que se ve a cada momento, colocándose la cámara frente a él. Vemos lo que va viendo él, salvo en un par de escenas, y en el tramo final.
Una forma de ver el cine diferente, con perspectiva original o casi, haciéndonos partícipes de cuanto vemos y sufrimos.
Nada de sentimentalismos baratos, todo es sobriedad expositiva. Esto, cinematográficamente, en aspectos de calidad, es positivo, no estoy seguro de que así el espectador sienta empatía por los personajes, que están ahí pero sin perfiles psicológicos de ningún tipo, por cuanto son habitantes del terrible lugar: prisioneros y carceleros y/o funcionarios del III Reich. No hay más.
Una película nada fácil de ver, con un metraje adecuado que no obstante te deja con el cuerpo y la mente fatigados.
El final, a tono con el resto del film pese a ser más luminoso...pero no por ello menos realista.
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