Director: Alejandro Amenabar
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Intérpretes Principales: Ethan Hawke, Emma Watson, David Thewlis, Lothaire Bluteau, Dale Dickey, David Dencik Peter MacNeill, Devon Bostick, Aaron Ashmore.
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Argumento: Minnesota, 1990. El detective Bruce Kenner investiga el caso de Angela, que acusa a su padre, John Gray, de cometer un crimen inconfesable.
Cuando John, de forma inesperada y sin recordar nada de lo sucedido, admite su culpa, el reconocido psicólogo Dr. Raines se incorpora al caso para ayudarle a revivir sus recuerdos reprimidos.
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Mi opinión: Último film de Alejandro Amenábar, esperado con verdadera expectación y por eso mismo ha supuesto una pequeña o gran decepción, según sea el caso.
La película está bien filmada, de eso no cabe duda y resulta entretenida, es decir, no aburre y se sigue sin ningún problema. E incluso hay que convenir en que la historia, el argumento es interesante y altamente sugestivo.
Pero sucede que, aunque los intérpretes se esfuerzan y no lo hacen mal, la cinta se queda en tierra de nadie, o de todos, el caso es que no se define por un género concreto, no dando miedo si se pretendía que fuera algo de terror, pero sí resultando intrigante, aunque no demasiado convincente.
Y es que sucede, y esto es lo peor que se puede decir de ella, que resulta olvidable al de no mucho de verla por cuanto no hay ninguna escena reseñable por encima de otras, no tiene entidad o personalidad por la que trascienda más allá del momento de su visión.
Así, se pasa el rato, repito, pues la narración es clara, no resultando farragosa, aunque se empleen "astucias" ya vistas en anteriores ocasiones en otros filmes de parecido pelo, como los sueños que parecen realidad. Un recurso bien filmado aquí, pero ya algo manido.
Muy buena fotografía a cargo de Daniel Aranyó y sugestiva música de Roque Baños.
Un film, en suma, respetable, digno, honesto, pero que no causa ninguna admiración.
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