Director: Gary Shore
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Intérpretes Principales: Luke Evans, Sarah Gadon, Dominic Cooper, Art Parkinson, Charles Dance, Diarmaid Murtagh, Paul Kaye, Samantha Barks, Thor Kristjansson, William Houston, Noah Huntley, Ronan Vibert, Zach McGowan, Ferdinand Kingsley.
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Argumento: Vlad Tepes o Vlad el Empalador, el príncipe rumano en el que se inspiró Bram Stoker para escribir su célebre novela (1897) y crear al vampiro más famoso de todos los tiempos debe afrontar la invasión de su enemigo ancestral: el turco.
Este, con un potentísimo ejército se dirige a acabar con Vlad y sus gentes de Transilvania, por lo que debe hacer algo en poco tiempo para tratar de vencerlos.
Sabe que en lo alto de una montaña, dentro de una cueva se encuentra un ser maligno que tiene inmensos poderes destructivos. Llega a un acuerdo con él y así consigue el poder necesario para poder hacerles frente. Pero el precio será demasiado alto.
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Mi opinión: Entretenida nueva revisión del personaje de Brian Stoker "Drácula", que existió históricamente como Vlad Tepes, el llamado "empalador", por sus crueles, vollentísimos pero francamente disuasorios métodos para acojonar a los diversos ejércitos invasores, sobre todo el turco, que pretendían hacerles sus esclavos o acabar con ellos directamente. Para el pueblo transilvano sigue siendo un héroe nacional.
Pero dejando apuntes más o menos históricos, y centrándonos en la peli, esta es bastante eficaz en cuanto a pasatiempo. No tiene momentos muertos, en todo momento sucede algo, mezcla de forma espectacular los momentos puramente bélicos con los fantásticos, e incluso la historia "familiar" está bien narrada y se nos muestra el inmenso amor que sentía el bueno de Vlad hacia sus amados esposa (preciosa Sarah Gadon) y su valiente hijo.
Con fotografía ocre a cargo de John Schwartzman y banda sonora algo subida de tono de Ramin Djawadi, la cinta se sigue sin problemas y deja, quizás, un final abierto para futuras "aventuras" con el simpático de Drácula.
En definitiva, que si no se le pide el más mínimo rigor histórico, veraz y/o simplemente verosímil, está bien, y no defrauda. Si se le pide no resiste el menor análisis, claro.
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