Director: John Watts
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Intérpretes Principales: Kevin Bacon, James Freedson-Jackson, Hays Wellford, Shea Whigham, Camryn Manheim.
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Argumento: Dos chavales de diez años encuentran un coche de policía aparentemente abandonado y deciden montarse para dar una vuelta.
Comienza así un tortuoso y desesperado juego del gato y el ratón en el que la única salida será darle al acelerador y conducir lo más rápido posible.
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Mi comentario: Buen film independiente, que con muy pocos personajes, apenas cinco, y excelentemente dirigida, constituye un pequeño manjar cinematográfico, que deja muy buen sabor de boca.
La intriga, el suspense, están perfectamente conseguidos, dándonos poco a poco datos y situaciones, con los que la calidad e interés aumentan a casa segundo.
Muy bien interpretada, tanto por los adultos como los dos niños (nada repelentes, reales, como son dos niños con ganas de jugar y que se meten en líos de los que no saben salir), la cinta se sigue con facilidad siendo el ritmo ágil.
Quizás la parte final, los últimos minutos, se alarguen un poquillo más de la cuenta, o al menos eso me pareció a mí, dejando un epílogo ambiguo, una duda, que no menoscaba en absoluto la impresión final de la película, que es realmente positiva.
Merece la pena.
Extraordinaria fotografía de Matthew J. Lloyd y Larkin Seiple.
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