Director: Trevor Wall
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Intérpretes Principales: Dibujos animados
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Argumento: Norm, acompañado siempre por tres pequeño lemmings y tiene como virtud especial el saber hablar como los humanos.
Intentará pasar por un humano bajo un disfraz de oso en la ciudad de Nueva York, para que las personas abandonen el pensamiento de instalarse con casas prefabricadas en el Ártico y así conservar lo más posible su tierra y salvar su ecosistema.
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Mi comentario: La crítica, mayoritariamente, parece que le está dando palos sin cesar, diciendo que es aburrida, carente de sentido, con gags estúpidos...no he tenido esa sensación tan mala, aunque no la considero una buena película.
Lo mejor es su loable intento naturalista y humanista, donde se intenta, digo yo, concienciar de un problema, cual es que la presencia cada vez más numerosa de los seres humanos y su influencia directa, en lugares tan apartados y aparentemente inhóspitos para ellos, es totalmente negativa. Bien eso lo sabíamos y la peli ¿lo refuerza?
No sé, narrada de otra forma quizás sí, pero tal y como está, solo, me temo, tiene validez para entretenimiento básico para los más peques, aunque no digo yo que los adultos se aburran demasiado viéndola. No, tiene bastantes situaciones, algunos gags afortunados y otros muchos auténticas bobadas...para los adultos, repito, no para los más peques, a quienes les va más los, por ejemplo, numeritos musicales, bailecitos y otras bobadas que debe hacer el protagonista y sus tres amiguitos para tratar de agradar a los humanos. Es decir, cuanto más el tonto hagan, mejor caen. Bien, puede ser cierto esto, pero no deja en buen lugar al género humano, ¿no?.
En definitiva, que se puede ver, pero tampoco aporta mucho al género de animación y cae en el olvido con facilidad.
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