Director: Lucas Belvaux
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Intérpretes Principales: Yvan Attal, Anne Consigny, André Marcon, Françoise Fabian, Alex Descas, Michel Voïta, Gérard Meylan, Philippe Chaine, Corentin Lobet, Nicolas Pignon.
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Argumento: Una mañana, un comando de delincuentes secuestra a Stanislas Graff, un influyente industrial.
Un calvario de varias semanas comienza para él.
Amputado, humillado, negado como persona, resiste sin mostrar falla alguna a sus secuestradores.
Lo acepta todo sin rebelarse ni gritar o quejarse; a la barbarie opone la dignidad.
Cortado del mundo, con tan sólo alguna que otra migaja de información que le dan sus carceleros, Graff no entiende por qué nadie está dispuesto a pagar la cantidad necesaria para que recobre la libertad.
Su entorno, por su parte se va distanciando de él a medida que van llegando noticias que revelan su personalidad.
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Mi opinión: Interesante film de intriga policíaco, con rapto de famoso y "exitoso" presidente de un emporio industrial que tiene secretos que poco a poco se van sabiendo, menoscabando la idea positiva general que se tenía de él.
Y ahí está la importancia de la historia, que sigue varios caminos, el de la propia intriga criminal-policíaco, con la que se vive fuera, en la calle, con la familia del industrial por un lado, los consejeros del emporio industrial por otro, y el de la propia Policía, con sus métodos concienzudos tratando de rescatar con vida al secuestrado.
Buenos diálogos (todo lo relacionado con la familia del industrial tiene verdadera fuerza dramática), elegancia formal, exquisita fotografía, muy adecuada banda sonora, sutil dirección...pero en mi opinión, una algo excesiva duración, que merma un poquito la nota general del film, bueno de por sí, pero que no resulta por ello redondo.
Muy buenas interpretaciones, sobre todo de su protagonista, un atribulado Yvan Attal y una dolorida, decepcionada pero enamorada Anne Consigny; y un guión esforzado, que invita a la reflexión y puede generar un quorum una vez vista, dadas sus interesantes aristas, donde se tocan los más hondos sentimientos puramente humanos, con los económicos y las luchas del poder, del mantenimiento del capital, de la generosidad...
Merece la pena.
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