Director: Lewis Allen
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Intérpretes Principales: Ray Milland, Ruth Hussey, Donald Crisp, Cornelia Otis Skinner, Dorothy Stickney, Barbara Everest, Alan Napier, Gail Russell.
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Argumento: Roderick y Pamela Fitzgerald son dos hermanos que casualmente dan con una casa abandonada.
Decididos a comprarla, entran en contacto con un tal Comandante Beech. Tras llegar a un acuerdo, los hermanos se instalan en la casa, pero no tardan en descubrir que la nieta del Comandante, Stella Meredith, se niega a ver la casa ocupada por extraños, y que extraños sucesos tienen lugar en el interior de la misma.
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Mi opinión: Interesante film fantástico al que no pocos realizadores contemporáneos ponen continuamente como ejemplo de "pequeña joya" del cine fantástico por su poco presupuesto pero gran puesta en escena, imaginación y brillantez narrativa.
Y así es, aunque a mí, personalmente, no me parece tan "extraordinaria" como a muchos de esos cineastas.
Pero sí tiene bastante calidad pues sus no muchos mimbres están expuesto con sentido de la medida, aportándonos poco a poco, de forma eficaz y con no poco humor, hechos, donde lo sobrenatural y lo real se combinan de forma atractiva.
A ello ayuda el buen guión de Dodie Smith y Frank Partos, que adaptan de forma inteligente la novela de Dorothy Macardie.
Pero lo mejor, sin duda, es la sensacional fotografía en blanco y negro, a cargo de Charles Lang, que fue nominada al Öscar de ese año. Sus sombras, la ayuda de una sabia iluminación, su poca luz, con muchas escenas casi a oscuras, sin más luz que la de unas pocas velas, denotan una creatividad creando un clímax que si no fuera, repito, por sus agradecidas notas de humor, llegaría a sobrecoger. Pero no, no es el miedo lo que impera, sino una tensión in-crescendo que hace resulte el film en todo momento ameno, muy entretenido, aunque poco espectacular. Y es porque huye del sensacionalismo, de lo epatante, jugando continuamente con los sonidos fuera de campo.
En suma, quizás por debajo de lo que esperaba pero más por la inmejorablemente bien que me la habían puesto, pero bastante maja. Un buen ejemplo del cine del Hollywood dorado.
Este film supuso la presentación en el cine de la encantadora Gail Russell, inolvidable en cintas como "Ángel y el pistolero", con "el Duke" John Wayne.
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