Director: Samuel Fuller
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Intérpretes Principales: Burt Reynolds, Arthur Kennedy, Manuel Alvarado, Barry Sullivan, Silvia Pinal, Enrique Lucero.
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Argumento: Cane, un contrabandista de armas está a punto de ser arrestado en el norte de África durante una de sus operaciones. Tras huir milagrosamente, consigue trabajo como buzo para un biólogo marino, pero pronto se dará cuenta de que el interés real de su jefe es hacerse con un tesoro sin más guardián que los tiburones.
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Mi opinión: Algo descafeinada película que combina varios géneros como la aventura, intriga y acción, sin, aparentemente, gran consistencia. Y digo "aparentemente" por cuanto lo que sucedió en la realidad fue que los productores masacraron la cinta de tal manera que su realizador, el gran y aquí ya maduro, Samuel Fuller, no quiso que su nombre figurara en los títulos de créditos (aunque en la versión que vi aparece su nombre bien grande).
Tal y como yo la pude ver, en pantalla pequeña, que eso también merma sus posibles virtudes, el film carece de fuerza y del ritmo suficiente como para ser tenido demasiado en cuenta. Se puede ver, claro está. No aburre y se sigue con facilidad, pero se nota que por aquí y por allí se han cortado escenas, de forma que algunos momentos no resultan muy coherentes que digamos.
Menos mal que los intérpretes ponen de su parte, sobre todo el protagonista, un rudo, viril y violento si le tocan las narices, Burt Reynolds, quizás en el mejor momento físico de su carrera; y el gran Arthur Kennedy, haciendo perfectamente de médico alcoholizado.
También la fotografía es de recibo.
Pero el guión, repito, tal y como lo vemos, creo que no sabe sacar todo el jugo que debiera, y al final la peli queda lacia, algo sosilla pese a su buen final, irónico al por mayor.
Se puede ver, pero para ser del Sr. Fuller (teniendo en cuenta lo ya relatado), no es nada del otro jueves.
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