Director: Juan de Orduña
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Intérpretes Principales: Julio Peña, Manuel Luna, Elva de Bethancourt, Marianela Barandalla, Jesús Tordesillas, Jorge Mistral, Juan Espantaleón, Fernando Rey, Ricardo Acero, Gabriel Algara, Arturo Marín, Nicolás D. Perchicot, José Miguel Rupert.
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Argumento: A una misión española en Guinea llega un nuevo sacerdote.
Allí es recibido por un anciano misionero que le relatará la historia del padre Javier.
También la de un banquero sin escrúpulos que tuvo que salir de España tras cometer un importante fraude, y que llegó a Guinea con la idea de aprovecharse de las numerosas riquezas del país.
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Mi opinión: Pues de cómo la Iglesia Nacional Católica española evangelizaba a los pobres negritos y negritas en la Guinea de los años primeros años del siglo XX.
Un grupo de abnegados misioneros que luchaban día a día por llevar la palabra de Dios por esos lugares semi-salvajes, y lo hacían a veces contra hombres malvados de su misma raza, la blanca.
En este caso el Diablo en persona es un malvado blanco que se cambió de nombre huyendo de España después de estafar a miles de personas y de asesinar a un hombre por defender a su esposa.
La película es grandilocuente en todos sus términos, siendo excesiva en la forma de declamar de sus intérpretes y en otros aspectos como la música y el propio guión, todo un dramón, donde la intriga hace acto de presencia desde el primer minuto, aunque todo sea más o menos previsible, sobre todo porque todo está narrado por el personaje encarnado por el siempre magnífico Jesús Tordesillas, quien, en un momento, adelanta en gran medida lo que sucederá.
Además, algunos aspectos quedan un tanto ridiculillos, como el que algunos intérpretes blancos hagan de negros, como el apuesto Jorge Mistral, tiznado de negro (no queda demasiado mal, la verdad, pero se nota, claro que se nota...).
Buena fotografía en blanco y negro, a cargo de Michel Kelber y resultado más o menos ameno, pues aburrir no aburre. Se puede ver por tanto sin mucho esfuerzo, sobre todo porque es corta y no se hace por ello pesada.
Pero lo cierto es que no es una buena película, aunque en la historia del cine español significó algo en su día, otorgando el SNE (Sindicato Nacional de Espectáculo), en el año 1946, el Quinto Premio a la Mejor película.
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