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Intérpretes Principales: Carmen Sevilla (1, 2), Adolfo Marsillach (1, 2, 3), Emma Cohen (1, 2), Ramiro Oliveros (1, 2, 3), Eduardo Fajardo (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13), Mónica Randall (1), Tony Isbert, Fernando Sancho (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16), Silvia Vivó, Eduardo Calvo, Pascual Hernández, Antonio Ramis.
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Mi opinión: Un novelista inglés sufre una pesadilla recurrente.
Cuando decide viajar a España para visitar a su hermana, descubre que ha sido asesinada.
Al no convencerle las explicaciones policiales, decide investigar por su cuenta, lo que le lleva a un misterioso lugar del que se cuentan muchas leyendas: La Cruz del Diablo, donde, según se cuenta, el día de Todos los Santos los antiguos templarios aparecen para cobrarse la vida de seres humanos.
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Mi comentario: La película se basa en tres leyendas recogidas por Gustavo Adolfo Bécquer: “El monte de las ánimas”, “La cruz del diablo” y “El miserere”.
Y lo hace de forma nada convincente, a veces tediosa y con elementos negativos que nada ayudan a darle una valoración positiva.
Para comenzar es loable el intentar trascender, contratando para su realización a un director británico, autor de alguna simpática peli de terror y aventuras. El ambiente y clímax lóbrego, con sus secretos, probables leyendas y asesinatos, sangre, algo de (pacato) erotismo, todo ello inundado por niebla y sombras, parecía requerir a un hombre que había hecho alguna cosa interesante en el pasado en la cinematografía británica. Pero no, no sale bien.
Y es que el guión, escrito por él mismo, junto a tres personas más, entre los que está el nunca olvidado Jacinto Molina (Paul Naschy cuando actuaba, aquí no, aquí no actúa frente a las cámaras), pues como decía, tiene mimbres para haber resultado mejor, pero no saben extraer el riquísimo mundo del insigne poeta inmortal Gustavo Adolfo Becquer).
Todo está narrado de forma apagada, sin chispa, como cansinamente, aunque bien es cierto que los último minutos mejoran y por lo menos hay ritmo sostenido. La pena es que el resto del film no sea así, sino que van pasando los minutos sin mayor pena ni gloria.
Así, se convierte en una cinta claramente fallida, escasamente amena y por lo tanto olvidable.
Merecía mejor suerte puesto que la idea de trasladar el mundo de Becquer al cine tenía su cosa, pero como decepciona, lo mejor es olvidarla, cosa que desgraciadamente ocurre al de muy poco de verla.
Lo mejor, la fotografía de Ángel Arteaga, sobre todo en las escenas nocturnas.
"LA CRUZ DEL DIABLO" (WIKIPEDIA)
"LA CRUZ DEL DIABLO" (WIKIPEDIA)
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