Director: Harry Cleven
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Intérpretes Principales: Elina Löwensohn, François Vincentelli, Fleur Geffrier, Hannah Boudreau, Maya Dory.
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Argumento: Ange nació con un don muy especial: es invisible.
Para protegerlo del mundo exterior, su madre Louise le ordenará no revelar su existencia a nadie más.
El pequeño la obedecerá siempre, hasta que conoce a Madeleine, una chica ciega de la que se hará inseparable.
Un día, su amiga anuncia algo totalmente inesperado: en breve, recuperará la vista. Eso podría cambiar su relación.
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Mi comentario: Muy curioso film romántico de corte fantástico, que tiene en su faceta más positiva, como bien se ha escrito por ahí/aquí, su corta duración. Apenas 80 minutos, que para muchos se pueden parecer muy largos y para otros no tanto.
En mi opinión la película no está mal, tiene virtudes técnicas innegables como la acrisolada fotografía de Juliette Van Dormael, y la enigmática presencia de la bella Elina Löwensohn.
Viéndola en un cine normal, fuera de una competición oficial de un gran Festival, la cinta se puede degustar de diferentes maneras. Una sería como singularidad. Y viéndola en un Festival como el de Sitges, donde la vi yo, pues supone, aunque no convincente, un evidente soplo de aire fresco, no en vano, frente a otros muchos films donde el terror sangriento y/o demoníaco, hace su presencia, aquí es el amor absoluto, romántico, eterno, de dos seres humanos... o así, que no pueden ser más dispares.
Tiene su aquél y no, creo yo, cansa ni aburre, pero al finalizar lo cierto es que resulta tendente al olvido pues no hay prácticamente ninguna escena que quede retenida en la memoria más allá de su visión.
Pero no está mal.
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