Director: William Wyler
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Intérpretes Principales: GREGORY PECK, AUDREY HEPBURN, EDDIE ALBERT, HARTLEY POWER, HARCOURT WILLIAMS, MARGARET RAWLINGS, TULLIO CARMINATI, PAOLO CARLINI, CLAUDIO ERMELLI, PAOLA BORBONI, ALFREDO RIZZO, Maurizio Arena, Otto Gross, Carlo Rizzo, Marco Tulli.
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Argumento: Una joven princesa ansía llevar una vida normal y huye del palacio encontrando el amor en un periodista.
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Mi comentario:
"No he estado nunca a solas con un hombre ni siquiera vestida. En ropa interior es aún más extraño".
"Sigue la racha de proyectarse las mejores películas. Sensacional estreno de la película que ha batido en todas partes el record de taquillas y multitudes."
Así decía la publicidad del programa de mano del Cine Gloria- Los Angeles. El domingo 29 de enero de 1956.
Vista esta película cuando tenía, aproximadamente quinces años, me pareció esto:
"Buena película de Wyler, realizada con exquisita delicadeza y elegancia formal.
Las interpretaciones son memorables, con Oscar a la mejor actriz para Hepburn en su primer papel importante.
También está extraordinario Eddie Albert. Se muestra bien las gentes de Roma, con sus costumbres.
Muy buena fotografía en blanco y negro".
Vista muchísimos años más tarde (noviembre 2016), en la cadena TCM, grabada, me encuentro, para comenzar, con una gran sorpresa: el formato es más corto y estrecho y en el extremo inferior derecho me encuentro, a todo color, a una bonita joven mujer que traduce por medio de signos, todo lo que acontece en cada escena de la excelente cinta. Es pues, para personas sordas, quizás también mudas. Un hecho que supongo se hará con otros filmes, pero que yo era la primera vez que lo veía... pareciéndome muy bien, claro está. Simplemente me sorprendió pues no lo esperaba.
Tras el "shock" inicial, contemplo y admiro de nuevo el film, ya con un bagaje de la vida más completo y profundo, y constato la calidad del film, maravilloso en su elegancia y concreción formal y exquisito en sus diálogos. Y es que el guión es nada menos que de Dalton Trumbo, entonces enfangado en la asquerosa "Caza de Brujas", promovida por el infausto senador Mac.Carthy, a quien el diablo le tenga en su infierno, si es que este existe.
Como curiosidad, en su estreno en el cine Teatro Trueba, de Bilbao, el 30 de diciembre de 1954, se rifó una "Vespa", el vehículo emblemático del filme, entre los asistentes a las proyecciones. Esto hizo que, gracias también a la calidad intrínseca de la película, ésta tuviera un inmenso éxito, viéndose obligados a poner matinales en sesión contínua el día de Reyes.
Este film ganó, entre otros, el Oscar al mejor guión. El ganador se llamaba Ian McLellan Hunter, que en realidad era amigo de Dalton Trumbo, el verdadero guionista de la película, quien le pidió a McLelland que firmara con su nombre el guión.
Cuando Mc Lelland subió a recoger el Oscar su cara lo decía todo.
Se puede decir y escribir mucho más de esta exquisito trabajo cinematográfico, pero creo que lo mejor es que lo vean (si es que no la han visto dos o tres veces, como yo).
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