Director: Marco Bellocchio
---
Intérpretes Principales: Valerio Mastandrea, Bérénice Bejo (1, 2), Fabrizio Gifuni, Guido Caprino, Linda Messerklinger, Ferdinando Vetere, Barbara Ronchi.
---
Argumento: Turín, 1969. Massimo es un joven de nueve años que disfruta de una infancia feliz junto a su madre, una mujer cariñosa pero psicológicamente inestable.
Una mañana, el pequeño es invitado a pasar unos días en casa de unos vecinos, quienes le explican que su madre ha fallecido.
Massimo crece sin haber conocido las causas de la muerte de su progenitora y teniendo una superficial relación con su padre.
Treinta años más tarde, Massimo se ha convertido en un reputado escritor y periodista, comienza a sufrir una serie de ataques de pánico.
---
Mi comentario:
"Lo importante es reaccionar ante el dolor, no ser la víctima".
Excelente último trabajo estrenado en nuestras salas comerciales del maestro Bellocchio. Lejos de no estar en forma debido a su muy avanzada edad demuestra que está en un soberbio momento creativo, logrando un film arrebatador, que conmueve y emociona, amén de otorgar al respetable unos buenos momentos de humor inteligente y en ocasiones muy irónico.
El film es algo largo en cuanto a metraje se refiere, tardándose un tanto en llegar al corazón del espectador. Digamos que sus primeros setenta minutos son buenos, necesarios para comprender a los principales personajes, con esos flash-backs extraordinarios en cuanto a intensidad, relativos a la infancia del protagonista, pero con un ritmo sosegado, tranquilo. Más tarde, a raíz, más o menos, de cuando aparece en pantalla la bellísima y excelente actriz Bérénice Bejo, la cinta comienza a elevarse a altísimas cotas de humanismo, con escenas portentosas, todas seguidas, como cuando los más tarde enamorados se conocen, la conversación con el sacerdote o la reunión en el periódico La Stampa, la conmovedora carta, amén de la dolorosa conversación del protagonista con su tía.
Una película hermosa, muy entretenida finalmente, dolorosa también, y con momentos de humor realmente conseguidos, que finalmente convence en su humanidad, gracias a una sabia dirección de Bellocchio, un estupendo guión de su novela, de Massimo Gramellini, y unas impecables interpretaciones, tanto de los adultos como de los niños.
La banda sonora con preciosas canciones y la perfecta ambientación apuntalan una gran película, destinado a permanecer en nuestro recuerdo durante mucho tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario