Director: Jerónimo Mihura (1)
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Intérpretes Principales: Julio Peña (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7), María Martín (1, 2, 3), Margarita Andrey (1), Conrado San Martín (1, 2, 3, 4, 5, 6), Asunción Sancho, Rafael Bardem (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10), Casimiro Hurtado (1), Antonia Planas, Pilar Sirvent, José Franco (1, 2, 3), Rufino Inglés (1, 2, 3, 4, 5, 6), José Isbert (1, 2, 3, 4, 5, 6), Miguel Pastor Mata, Manuel Arbó (1, 2, 3, 4, 5)), María Luisa Solé, Arturo Marín (1, 2, 3), Rafael Cortés, Matilde Muñoz Sampedro (1, 2), Francisco Bernal (1, 2, 3, 4).
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Argumento: Luis, un joven inmerso en el mundo de los negocios fáciles, debe decidir entre su conciencia y el dinero.
Tiene un amigo de la infancia, que siempre le ha atemorizado y que ha iniciado una vida criminal muy peligrosa, que incluye el asesinato.
Como amigo no puede delatarle pero poco a poco irán ambos, a veces, sin tener culpa, metiéndose más y más en situaciones que les podría llevar a un camino sin salida.
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Mi comentario:
- Averíguelo, tiene Ud. cara de policía.
- No soy policía.
- Pues entonces tiene Ud. cada de feo".
Muy curiosa e interesante película de Jerónimo Mihura, al decir de él, su mejor film, cosa que no resulta nada sorprendente ya que, francamente, su filmografía no es demasiado prolífica que digamos.
Pero al margen de ello la verdad es que la intriga está bien llevada, con una narración de los acontecimientos para aquella época original, al menos en el cine español de la época. Sus saltos en el tiempo, sus flash-backs, resultan determinantes y logran que la tensión esté garantizada durante todo el metraje, ya que el espectador siempre está por detrás de los personajes, no sabiendo el respetable qué ha ocurrido en el pasado, porqué actúan de un determinado modo u otro los dos personajes principales.
Sí es cierto que la cinta es muy moralista, pero no hay mucho tufo en esto, aceptándose la moralidad de los personajes, su modo de vivir, sus particulares circunstancias.
El campo, como antagonista de la ciudad, de sus noches de libertinaje y pecado, está expuesto de forma que no molesta, aceptándose sus términos.
Muy bien interpretada y dirigida con mano férrea por Jerónimo Mihura, con una fotografía donde la luminosidad del día contrasta con los claroscuros de la vida nocturna, "Siempre vuelven de madrugada" constituye una rareza en el cine español, que muchísimos años después de su rodaje conserva todas sus virtudes aunque, repito, sí que es moralista, pero sin molestar.
Como curiosidad, decir que entre su amplio elenco interpretativo, está el gran Pepe Isbert... al que no distinguí al ver la peli. En fin...
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