Director: Leopoldo Savona (1)
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Intérpretes Principales: Anthony Steffen (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8), 9), Luisa Baratto, Fernando Sancho (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21), Giovanni Cianfriglia (1), Howard Nelson Rubien, Virginia Darval, Adriano Vitale, Domenico Cianfriglia, Bruno Ariè, Yorgo Voyagis (1), Valentino Macchi, Ugo Adinolfi, Roberto Camardiel (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14), Fortunato Arena (1, 2, 3, 4).
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Argumento: Entre los EEUU y México se está traficando con armas cuyo destino es el movimiento rebelde, lo que puede derivar en un conflicto diplomático.
Mientras, un soldado yanki preso en una cárcel militar se escapa. Se trata del peligroso pistolero Killer Kid, quien se encontrará en su huida tanto con miembros del Ejército Regular que lucha contra los Revolucionarios mexicanos, como con estos mismos.
Deberá lidiar con todos si quiere seguir conservando su vida.
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Mi comentario:
"- Es un excelente soldado, lástima que a veces haga uso del cerebro".
Mediocre spaguetti que parece tener algunas ambiciones dado que se ve que hay más presupuesto del normal.
Pero sucede que todo se queda en un querer y no poder aunque el empaque técnico sea competente, con una muy buena fotografía a toda pantalla a cargo de Sandro Marconi, excelente en su trabajo siempre, y de una banda sonora repetitiva pero pegadiza con acordes de trompeta, como me gusta a mí en el spaguetti. Este trabajo es a cargo de Berto Pisano.
Sin embargo, en cuanto a la historia se refiere, el argumento, este es muy trillado. Al comienzo del film sale una leyenda diciendo que el film está dedicado al pueblo mexicano que se libró del yugo..... pero esta loa no se ve recompensada por una cinta buena, sino que resulta algo tediosa en algunos momentos, o más bien repetitiva.
Menos mal que la parte final, con la batalla crucial, no es demasiado complaciente, siendo dura y trágica. Aunque no redime esto al film en su conjunto.
Además, el metraje resulta a todas luces excesivo, dado que 102 minutos para narrarla son demasiados.
Una más entre la inmensidad de spaguettis a pesar de que ha habido más pasta que en muchas de ellas.
¡Ah, se me olvidaba! Atención a la aparición de un instante, un fotograma al comienzo del film, de Roberto Carmardiel, como un prisionero mexicano a punto de ser fusilado. Supongo que lo haría por amistad o porque pasaba por allí, o porque estaba rodando otra de parecido pelo cerca y les fue a visitar y...¡hombre Roberto, ya que estás aquí no te importaría...!
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