Director: Alar Clarke
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Intérpretes Principales: Ray Winstone, Mick Ford, Julian Firth, John Blundell, Phil Daniels, John Judd, Philip Jackson, Peter Howell, John Grillo, Ray Burdis, Alan Igbon, John Fowler, Bill Dean, P.H. Moriarty, Nigel Humphreys
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Argumento: Carlin es trasladado de un reformatorio a otro tras haber dado una paliza a un funcionario.
En éste se ejecuta un régimen brutal que hace aumentar la agresividad de los internos en lugar de mejorar su conducta.
Los férreos funcionarios, apoyados por el director, animan a los veteranos más fuertes a oprimir a los débiles y que obedezcan todas las normas impuestas. Pocos se atreven a desafiar estas reglas.
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Mi comentario: Filme británico de denuncia social, adaptación de la obra de Roy Minton, realizada por él mismo.
Quizás, siguiendo su historia no ha sido lo más convenientemente llevada a la pantalla pues quedaba mejor en papel, pero así, tal y como está, tiene interés y fuerza en muchas escenas.
Está muy bien interpretada y la historia llega al espectador, al plasmar perfectamente la brutalidad y crueldad de los altos jerifaltes y sus matones internos, sobre los pobres chavales que van allí al ser condenados las más de las veces por pequeñas fechorías, como hurtos o peleas, muchas veces al defenderse, como ocurre con el protagonista, un chico duro pero bueno de corazón que tan sólo desea pasar la pena y salir libre.
Quizás en algunos momentos peque de algo esquemática, como hecha a base de sketchs, pero tiene un claro nexo de unión donde podemos asistir a escenas muy violentas que llevan a la tristeza, rabia y desesperación a los internos, chicos jóvenes apaleados por una sociedad que no confía en ellos ni cree en su reinserción.
Muy bien Ray Winstone, hoy en día reputado actor, que confiere de dureza y dignidad a su personaje.
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