Nápoles violenta (Napoli violenta) (Italia, 1976)

Director: Umberto Lenzi

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Intérpretes Principales: MAURIZIO  MERLI, JOHN SAXON, BARRY SULLIVAN, Guido Alberti, Pino Ferrara, Silvano Tranquilli, Luciano Rossi, Grazia Maria Spina, Elio Zamuto, Massimo Deda, Attilio Duse, Carlo Gaddi, Tommaso Palladino, Enrico Maisto, Carlos Carvalho De Carvalho, Gabriella Lepori, Franco Odoardi, Ivana Novak, Riccardo Petrazzi, Nino Volonte, Vittorio Sancisi, Domenico Di Costanzo, Giovanni Cianfriglia, Fulvio Mingozzi, Pierangelo Civera, Ivano Silvari, Marzio Onorato, Gennaro Cuomo, Domenico Messina, Tom Felleghy, Ottaviano Dell'Acqua, Roberto Dell'acqua, Enzo Fisichella

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Argumento: La lucha sin cuartel del comisario de policía Belli, incorruptible y de métodos violentos, contra un cruel jefe de la Mafia de Nápoles y sus hombres.

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Mi opinión: 

"- Sí, señor comisario, también yo le conozco a ese hombre. Es uno de los mayores camorristas de Nápoles y hace años que vive como un señor.

- A veces la Policía también descansa.

- Sí, como el Padre Santo, pero para ustedes parece que todos los días son domingo".

Vista dos veces, la primera de ellas, pensé esto de ella:

"Entretenidísima película, que cuenta con actores venidos a menos, pero que resulta francamente agradable. El muy veterano Barry Sullivan, en un papel de malo malísimo, lo hace de maravilla. 

Lo dicho, espectacular, de ritmo agilísimo y bien realizada. 

Violenta como pocas".

Vista por segunda vez, durante la fase II del estado de alarma provocado por el maldito Covid-19, debo confesar que mi opinión es bastante diferente de la primera vez.

Ahora me ha parecido un film más bien mediocre, con alguna buenas escenas, como la del funicular y la pobre pasajera, pero en conjunto creo que le falta un mayor ritmo pues a veces los ruidos de las escenas de acción no dejan ver las nueces del argumento interno, aunque las escenas con la cámara en la motocicleta a toda pastilla por las callejuelas de Nápoles tienen mucho mérito.

De todas formas sí que es cierto que aspectos como el montaje son buenos y es grata la presencia, como ya apuntaba en mi primera visión del filme, de actores veteranos que, como en el caso de Barry Sullivan, ya estaban en su ocaso.