jueves, septiembre 03, 2020

Pasillos de sangre (Corridors of Blood) (Gran Bretaña, 1958)




Director: Robert Day
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Intérpretes PrincipalesBoris Karloff, Betta St. John, Christopher Lee, Finlay Currie, Adrienne Corri, Francis De Wolff, Francis Matthews, Frank Pettingell, Basil Dignam, Marian Spencer, Carl Bernard, John Gabriel, Nigel Green, Yvonne Romain, Howard Lang, Julian D'Albie, Roddy Hughes, Robert Raglan, Charles Lloyd Pack, Bernard Archard, Frank Sieman 
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ArgumentoEn el siglo XIX antes del descubrimiento de la anestesia, las operaciones y amputaciones se han de realizar con el paciente despierto entre horribles dolores. 
Un doctor experimenta con sustancias químicas para conseguir cirugía sin dolor, oponiéndose al resto de médicos que consideran que la curación ha de conllevar dolor. 
Mientras tanto, debido a una nueva ley, para conseguir vender cadáveres a los hospitales se necesita tener un certificado de defunción firmado por un médico, lo que obliga a ciertos criminales a buscar la colaboración de un doctor. 
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Mi comentario

"El dolor y el cuchillo se pueden separar".

Interesante film británico que cuenta como mejor aval la presencia del gran Boris Karloff, interpretando con propiedad un personaje real, aunque dramatizado para la ocasión cinematográfica.
Recuerda no poco, aunque esta es anterior, a "La carne y el demonio", más que nada por el fondo de la historia, con esos conseguidores de cadáveres, gentes de baja estofa, que para ganar dinero proveían a los doctores de cuerpos muertos de seres humanos para las prácticas de anatomía.



Sin embargo, la historia es diferente y se sustenta por los continuos y fracasados intentos por encontrar un producto químico para anestesiar a las personas que iban a ser operados, ya que hasta el momento de su descubrimiento sufrían horribles dolores durante las operaciones.
Esto es lo que le lleva hasta casi sus últimas consecuencias al protagonista, que experimenta sobre sí mismo.
El filme es entretenido pero a veces le falta la fuerza y pasión que sí tenía "La carne y el demonio". Pero el empaque técnico es admirable con, una vez más en el cine británico, una impecable ambientación.



Son interesantes y muy creíbles, las escenas de las operaciones, delante de los estudiantes y de los familiares de los enfermos, que por lo que se ve en la cinta, podían estar delante viéndolo y sufriéndolo todo. Ahí podemos ver también las más bien pocas medidas higiénicas en las mismas.
Una película que tiene como mejor aval que está sustentada en la verdad aunque como producto cinematográfico es mejorable. Le falta en algunos momentos chispa y un mayor y mejor ritmo interno, pero es competente y muy digna.
Y no se debe olvidar la inquietante presencia de un Christopher Lee malévolo y asesino sin piedad.

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