CAMÍ LLIURE (España, 2020) Documental

 

Director: Ángel Parra
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Intérpretes Principales: Documental, Carme Ruscalleda, Ferrán Adriá, Raül Balam, Toni Balam
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Argumento:  Película que se sumerge en la mente, el corazón y la creatividad del chef Raül Balam. Alcanzar la excelencia en el competitivo mundo culinario es una tarea que requiere trabajo duro, lo que no es un problema para él, porque su madre, Carme Ruscalleda, siempre le ha servido en esto de ejemplo.

Durante varios años Raül estuvo envuelto en el mundo de la drogadicción, lo que le impedía ser una persona racional que disfrutase de la vida. También le impidió crecer más profesionalmente. De todas maneras, terminó levantándose y siendo la persona que hoy es, el auténtico Raül.
Su familia es un pilar fundamental para él y hoy se plantea desafíos cada vez más difíciles en los que combina su pasión por la cocina con sus extravagantes actividades diarias, que publica en Instagram.
Este documental muestra una parte de su recorrido desde el cierre de Sant Pau, el restaurante de tres estrellas de su madre.
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Mi comentario: Buen documental, que he visto en el reciente Festival Internacional de Cine de Donostia/San Sebastián 2020 en la Sección Culinary Zinema. Es la primera película (documental) que veo de esta sección y me gustado de veras.
Durante 75 minutos narra las vicisitudes de la familia Ruscalleda, haciendo hincapié en la figura del hijo, Raül Balam, mostrando los éxitos culinarios internacionales así como su descenso a los infiernos de la droga y su feliz salida de los mismos.

 
Todo ello narrado de forma ágil, realmente entretenida, logrando que aunque no seas un fan de la cocina (que últimamente parece que abundan) puedas disfrutarla.
Las escenas íntimas familiares, la de su seguimiento a las terapias para deja la droga, así como las que tienen lugar en la cocina de su restaurante, logran transmitir fuerza, energía, voluntad, sacrificio, muchísimo trabajo y esfuerzos diarios y finalmente éxitos.
A mi me ha sorprendido para bien pues no esperaba mucho de ella, pero su discurso así como la fuerza de la dirección imprimida por Ángel Parra me han convencido, amenizado y transmitido positivas sensaciones.
Merece la pena.