GIGANTE DE METRÓLIS, EL (IL GIGANTE DI METROPOLIS) (Italia, 1961) Aventuras, Fantástico, Péplum, Épico

 

 

Director: UMBERTO SCARPELLI
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Intérpretes Principales: Gordon Mitchell, Bella Cortez, Roldano Lupi, Marietto, Liana Orfei, Omero Gargano, Mario Meniconi, Carlo Tamberlani, Luigi Moneta, Ugo Sasso, Renato Terra, Carlo Enrici, Leopoldo Savona, Alberto Farnese, Furio Meniconi, Leopoldo Savona
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Argumento: Hace más de 20.000 años, en el misterioso continente de la Atlántida, el rey Yotar de Metrópolis manipula las fuerzas de la naturaleza para gobernar el planeta.
Obro, enviado para advertir a Yotar de las catastróficas consecuencias de sus viles experimentos, es apresado por el monarca que lo utiliza para ensayar con él sus investigaciones sobre la inmortalidad.
Salvado por la reina Texear, y acompañado por la princesa meceda, Obro, sin embargo, se ve incapaz de detener la fuerza destructiva de la naturaleza.
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Mi opinión: Inenarrable mixtura de péplum, cine de aventuras y fantástico, que creo sinceramente que no convence en ninguna de sus propuestas pero su visión ofrece ciertos placeres (bueno, igual he exagerado un poquito).
Pero es cierto que, aunque estuve pensando en dejar de verla al de quince minutos o así, algo había que me hacía seguir con ella. Y al final, me alegré.
Sí, no, no me ha gustado mucho que digamos, pero reconozco que tiene elementos positivos como, primero, la valentía de filmar una historia como esta, alejada bastante de lo que se hacía (y por supuesto se hace hoy en día) dentro del cine de aventuras fantásticas escorado hacia el péplum, aunque no estoy seguro de que pertenezca a este último simpatiquísimo género.

 

Lo mejor, sin duda, son sus decorados, con esas puertas, techos, columnas, interiores y el original, por aquellas fechas, diseño de las armas, alejadas de lo que se había visto hasta entonces.
El argumento en sí, como he dicho o sugerido antes, me parece más bien demencial, pero explica bien el peligro de seguir los peligros de la ciencia como bien supremo si los anteponemos al corazón humano y por supuesto al amor, verdadera fuerza motora del Universo.

 

Lo cierto es que la cinta va de menos a más y finaliza de forma espectacular, sobre todo para la época en la que fue rodada.
No la considero una buena película, pero tiene algo, sí.
A destacar la simpar belleza y lozanía de las dos actrices protagonistas, Bella Cortez y la gran Liana Orfei.