Amargura del general Yen, la (USA, 1932)

Título original: The Bitter Tea of General Yen

Director: Frank Capra

Guion: Edward E. Paramore Jr. Novela: Grace Zaring Stone

Música: W. Franke Harling

Fotografía: Joseph Walker

Género: Drama

Reparto: Barbara Stanwyck, Nils Asther, Toshia Mori, Walter Connolly, Gavin Gordon, Lucien Littlefield, Richard Loo, Helen Jerome Eddy, Emmett Corrigan

Argumento

En China se están produciendo graves revueltas que hace se enfrenten diversos generales por el control de provincias.
Uno de los generales es Yen, que no es precisamente un amigo de los misioneros europeos y estadounidenses.
Uno de ellos está a punto de casarse con una bella y valiente chica de Los Estados Unidos, que viaja con él para llevarse consigo unos niños huérfanos.
Sin embargo, en el fragor de la revuelta ambos deben separarse, acabando ella en compañía del General Yen, quien le ha rescatado a ella de la peligrosa turba.
El General es un hombre cruel, que no duda en fusilar prisioneros ante la escasez de arroz para todos. Sin embargo, poco a poco, entre ellos dos surge algo especial, que les va acercando.
Pero hay espías enfrentados en el palacio del General...

Buena película de Frank Capra, al decir de algunos críticos, de las mejores de su filmografía.
Después de verla, debo confesar que no estoy de acuerdo, pero sí que reconozco que está francamente bien, dada la sensibilidad demostrada a lo largo de una historia donde el amor, la violencia, la lealtad y hasta evidentes toques racistas se dan la mano en un todo que alcanza rara intensidad en algunos momentos como el final, emotivo e inolvidable.
Se narra una extraña historia de amor imposible dadas las circunstancias histórico-sociales de la China de las primeras décadas del siglo XX, una época convulsa, plena de desigualdades de todo tipo, donde los diversos generales trataban de apoderarse de gentes y tierras, ayudados en muchos casos, como en esta ocasión, por el dinero extranjero.

 

Barbara Stanwyck y Nils Asther logran unas espléndidas composiciones, ella todo fuego y él contención expresiva pero intensidad en la mirada y silencios.
Rodada todas ella en estudio, no obstante convence en su envolvente clímax de peligro, donde a cada esquina acecha el enemigo.
Otro aspecto destacable es la innegable fuerza sensual que desprenden algunas imágenes, con un contenido pulso sexual entre los protagonistas, como demuestra los sueños de la protagonista.
Una película estimable, que deja un agradable recuerdo a trabajo cinematográfico bien hecho. La única pega, por así decirlo, es que quizás el tiempo no ha jugado demasiado a su favor.

Premios

- Phoyoplay Awards 1933: mejor film del mes de febrero).