Título original: The Fronstiermen
Director: Lesley Selander
Guion: Norman Houston, Harrison Jacobs. Historia: Clarence E. Mulford
Música: Gerard Carbonara, John Leipold
Fotografía: Russell Harland
Género: Western
Reparto: William Boyd. George 'Gabby' Hayes. Russell Hayden. Evelyn Venable. Charles Anthony Hughes. William Duncan
Clara Kimball Young. Dickie Jones. Jim Corey. Jack Evans. George Morrell. Tex Phelps, Wen Wright
Argumento
Cerca del rancho donde el buen Hopalong Cassidy y sus amigos y compañeros vaqueros cuidan del rancho de su estimado jefe, se encuentra la escuela. Escuela donde un niño es el jefe absoluto y maneja a los demás a su antojo, haciendo que las diversas maestras que van a impartirles clases huyan despavoridas ante las "salvajadas" a las que les someten los niños.
Hopalong, con gran paciencia, sabiendo que en realidad no es más que un niño, y muy inteligente por cierto, trata de meterle en vereda. Pero además tendrá otro problema, y es la aparición de unos ladrones de reses, que no dudan en asesinar a algún vaquero en sus fechorías.
La llegada de la nueva maestra, una bellísima muchacha, aliviará la tensión, aunque también ocasionará que los vaqueros estén más tiempo acicalándose para ella que trabajando para su patrón...incluyendo a Hopalong.
Simpático film de serie, con el héroe Hopalong Cassidy a la cabeza. Un héroe de quien ni casi me acordaba desde mis tiempos de la niñez, cuando leía los tebeos donde él era el héroe. Gran recuerdo de ellos conservo.
En esta ocasión la peli no logra, en mi opinión, el mismo efecto, pero sí que se pasa el rato sin mayor problema, existiendo algunas escenas cómicas, francamente afortunadas, como la caza a lazo por parte de los vaqueros del rancho de los chavales de la escuela que han hecho peyas. Y también están bien algunos sencillos pero hondos diálogos, como el que tiene lugar entre Hopalong y su patrón, un buen hombre que todavía se aferra al duro pasado, sin darse cuenta de que los tiempos están cambiando y las pistolas dejarán paso al progreso donde las nuevas generaciones necesitarán conocimientos culturales más que el buen manejo del lazo y los revólveres.
Como dura 73 minutos, pues no cansa en absoluto, pero tampoco aporta nada al cine en general y al western en particular, primero por ser, repito, un film de serie, y por otro porque Lesley Selander, su director, tampoco fue nunca bueno, aunque sí honrado artesano, realizador de un porrón de western en su filmografía.
¡Ah!. Y el caballo del protagonista, blanco como todos saben, pues precioso. Y el protagonista William Boyd, muy bien, curiosamente mejor en las escenas intimistas.
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