Título original: Take the High Ground
Director: Richard Brooks
Guion:
Música:
Fotografía:
Género: Bélico, Drama
Reparto: RICHARD WIDMARK, KARL MALDEN, RUSS TAMBLYN, ELEAINE STEWART, BERT FREED, STEVE FORREST, Carleton Carpenter, Jerome Courtland. Robert Arthur, Chris Warfield, William Hairston, Maurice Jara. Iris Adrian
Acquanetta, Regis Toomey, Robert Williams
Argumento
Poco después de la Guerra de Corea, un heroico sargento, solitario y más bien triste, se encarga de adiestrar a cuanto recluta se le ponga en su camino.
La nueva remesa no se distingue del resto: jóvenes que se creen muy listos y no saben nada de nada en cuestiones militares ni de disciplina, soñadores, irresponsables...
El sargento dará buena cuenta de ellos en tan sólo cuatro meses, el tiempo que le dan sus superiores para que les ponga en forma ante un posible conflicto bélico.
La dureza del sargento hará que sus hombres deseen, incluso, su muerte.
Uno de los títulos menos conocidos de Richard Brooks, uno de mis directores favoritos.
La razón de que no sea conocida es que se trata, en verdad, de un título menor en su filmografía, pero que no es nada desdeñable.
Está muy bien realizada y mejor interpretada.
Widmark y Malden, dos excelsos actores, dominan la película, muy bien ayudados por un elenco de jóvenes actores que, aquí, muchos empezaron prácticamente sus carreras: Tamblyn, Forrest...
La película en sí, es claramente uno de los ejemplos dei cine yanki para reclutar jóvenes en su Ejército. Es, pues, meramente propagandista. Sin embargo hay más, pues la historia intercala sabiamente las "excelencias" castrenses, con las puramente melodramáticas, como la más bien triste y francamente dura relación entre Widmark, Malden y la protagonista femenina, una adecuada Eleaine Stewart.
En suma, una más que entretenida película, que no sólo es una cinta de propaganda, que está claro que lo es, sino que contiene elementos dramáticos que, sin hacer sangre, resultan algo dolorosos y cercanos, gracias sobre todo al buen estudio psicológico de sus personajes.
Una bonita película, que está claro, se beneficia del buen hacer de Brooks, quien ya se sabe que podía con todo.
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