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Dirección: José María Pou
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Intérpretes: José María Pou, Amparo Pamplona, Álex García, Juanma Lara
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Argumento: Martín es un arquitecto estadounidense de reconocido prestigio, que acaba de cumplir cincuenta años.
Todo le va bien en la vida. Está muy enamorado de su mujer, y tiene un hijo maravilloso que les ha confesado hace no mucho que es gay.
Su mejor amigo, Ross, le va a hacer en su casa una entrevista con motivo del cincuenta cumpleaños y de que ha logrado otro gran éxito internacional en su cometido. Pero Martín se encuentra nervioso, como ido.
Al preguntarle Ross qué le ocurre, tras muchas dudas le confiesa que desde hace seis meses está manteniendo contactos sexuales con una cabra, de la que se ha enamorado.
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La obra le pareció, entre otras cosas, muy transgresora y, por tanto, polémica. Y ya lo creo que lo es.
Transgresora por el argumento, alejado de la norma y polémica por la incertidumbre en cuanto a la aceptación del espectador, amén por la libertad con la que se habla, sin escatimar la dureza lingüística de las palabras, de ciertos comportamientos sexuales políticamente, no ya incorrectos, sino simplemente perversos. O al menos así es como les considera la sociedad.
De todo esto se habla en esta singular obra, que, no por ser realmente desoladora, adolece de humor. Lo tiene y las risas se suceden incluso en los momentos más tensos (el duelo entre el matrimonio, con la “redecoración” de la sala de la casa).
Pero no puede ser una obra más dura y cruel, donde la incomprensión y la soledad del ser humano se nos descubre de la forma más absurda, incrédula y asombrosa.
Excelentes trabajos de los tres intérpretes que acompañan a José María Pou, y este sencillamente extraordinario en su dificilísimo papel, a quien no obstante creo, y es mi opinión personal, le sobran algunos gestos que están de más al repetirse en algún momento.
Una obra importante y también provocativa, que hace pensar y obliga a la reflexión sobre algunos aspectos de nuestras vidas, aunque al final, realmente, uno/o no sepa a qué carta final quedarse. Tal vez porque es imposible, dada la “¿irracionalidad?” del argumento.
Hubo muchísimos aplausos de un público entregado y los intérpretes debieron salir a saludar un buen número de veces, cosa que hacía resoplar un poquillo al bueno de Pou, que creo no veía la hora de marcharse a cenar.
La representación de esta obra en España ha conseguido el máximo premio de teatro nacional, el Max. Amén de diversos e importantes premios en otros eventos, tanto a la obra como a Pou por su inmenso trabajo.
Como curiosidad, tras salir del teatro, deambulé un ratillo (estamos en fiestas de Bilbao) por el recinto de la Pérgola. Tras ver el ambiente decidí, por vez primera en mi vida, tomar el tranvía para ir al meollo de la fiesta donde me estaban esperando mis amigo/as. Al sacar el billete (tuve que leer un ratillo las instrucciones), vi que allí estaban los cuatro intérpretes, esperando al tranvía, para que les trasladaran, supongo, a sus hoteles (luego vi que solo Juanma Lara y Laura Pamplona se subían).
4 comentarios:
Un simple gracias hubiera bastado. Solo eso, sin llegar a decir nada mas para no molestarles.
Yo al final me decidí por el de nancho novo (tras leer tu comentario-todavía no habías publicado el de jose maría pou) y la verdad es que me reí mucho. La mayoría de los chistes eran facilones, que contados por otra persona no me harían tanta gracia. pero ya digo que me reí mucho, aunque creía que iban a ser chistes mas inteligentes (aunq hablando de sexo ya se sabe). Me quedo con el cuento del final (amor de madre). Aunq no escuche el comentario que hizo despues de contarlo, ya que hubo gente que se río con el cuento ¿? No conocía tu blog, pero lo ire visitando cada vez que piense en ir al cine o al teatro. ¿cuanto cuesta el de jose maría pou? hasta cuando está en bilbao? Gracias por tu blog
Hola, "he oido que...",
Pues sí, quizás un sí hubiera bastado, pero creo que al oirlo se me hubieran quedado mirando con cara de "pero qué dice este buen hombre...". Y quizás me hubieran pedido explicaciones o creyeran que estaba borracho, o se lo imaginarían, pero en todo caso, para decir solo gracias, en ese preciso momento, en la calle y esperando el tranvía, pues...
Pero bueno, la próxima vez, quizás haga la prueba, para ver qué pasa...
Un saludo cordial y me alegro que piensesn en visitarme de nuevo. Te lo agradezco.
Travis (Iñaki)
Muy intersante estos comentarios sobre teatro, arte del cuál debería nutrirme un poco más. Saludos!
HOla, Budokán,
Pues sí, si tienes oportunidad y dinero, que esa es otra, pues deberías ir lo que pudieras.
Pero eso es cosa tuya.
Un abrazo.
Travis (Iñaki)
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