SHUTTER (Tailandia, 2004) Fantástico, Terror. Media: 9

Director: Banjong Pisanthanakun
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Intérpretes Principales: Ananda Everingham, Natthaweeranuch Thongmee. Achita Sikamana. Unnop Chanpaibool, Chachchaya Chalemphol.
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Argumento: Tras una cena con unos antiguos amigos de Universidad de él, Tun y Jane, una pareja de enamorados, emprende en coche la marcha para su casa. En el camino, en un descuido atropellan a una chica que pasaba por la carretera. Es de noche y nadie les ha visto. La chica está tirada en la carretera y cuando ella se dispone a socorrerla, él le dice que se vayan cuanto antes de allí. Aunque Jane no quiere, huyen del lugar.
Al día siguiente Tun hace algunas fotografías, y al revelarlas ve en algunas fotos, unas rayas extrañas, Una especie de luz blanca. Y en una de ellas, el rostro de la chica atropellada.
Desde ese día, Tun tendrá pesadillas y extrañas visiones, amén de que algunos de sus amigos comienzan a suicidarse.
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Mi comentario: Película fantástica-terrorífica, tan en boga en la filmografía asiática de los últimos tiempos.
Digamos que el cine tailandés se ha subido al carro del cine de fantasía y terror que comenzaron los japoneses y también los coreanos del sur filman con fruición.
Lo cierto es que, pese a lo que pensaba, está mejor de lo que esperaba.
No es que sea una obra maestra del género, pues para empezar tiene aquello que a mí más me molesta en esta clase de productos: las trampitas al espectador tipo escenas fuertes de miedo que se descubre al pronto que son sueños de los protagonistas. Esto está ya muy visto y también en esta ocasión nos lo obsequian un par de veces o tres.
Pero ciertamente, mejora en cada minuto, volviéndose lo suficientemente interesante como para querer saber cómo diablos finalizará. Y si digo diablos es porque quizás ellos tengan que ver en el asunto...o tal vez no.

Eso se sabe en el último cuarto de hora, francamente notable, poco risible y que tiene fuerza dramática.
Antes de ello también hay momentos curiosos, incluso con algo de humor, como la escena de los wáteres públicos.
Todo ello filmado sin demasiada imaginación, pero con buena fotografía y esforzadas aunque desiguales interpretaciones.
Y como una vez vista leí en algún sitio, no abusa de los golpes de sonido efectistas, esto es, antes de que haya algún susto, no nos lo adelantan con la consabida y odiada musiquita.
No solamente se puede ver, sino que puede gustar de veras, pese a su evidente falta de ambición.

Y como suele ocurrir últimamente, Los Estados Unidos hicieron su remake particular, que me parece no estaba mal, aunque no la he visto.