Director: Matthew A. Brown
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Intérpretes Principales: Ashley C. Williams, Tahyna Tozzi, Jack Noseworthy, Joel de la Fuente
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Argumento: Una noche, la frágil Julia es drogada y violada por una panda de bastardos.
Traumatizada e insegura, la joven empieza a seguir una terapia que la llevará a exorcizar sus demonios a través de una brutal venganza.
Traumatizada e insegura, la joven empieza a seguir una terapia que la llevará a exorcizar sus demonios a través de una brutal venganza.
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Mi opinión: Debut tras las cámaras en cuanto a largometrajes se refiere. Reputado (¡qué palabro!) cortometrajista y antiguo actor, Mathew A. Brown consigue azorar un tanto al espectador/a, narrando una historia de venganza con pshychokiller con razones como personaje protagonista. Una buena chica que, a causa de una brutal y humillante (todas lo son) violación, se desmiembra por dentro, buscando ayuda en un "mad doctor", o algo así, que, con ayudas de otras chicas le irá dando confianza...hasta acabar convertida en una fiera que tomará a los hombres como piezas de caza, sean o no culpables o inocentes personas que sólo buscan, de común acuerdo, sexo y placer.
Todo esto explicado convenientemente, gradualmente, de forma que, aunque lo que veas no te complazca visualmente, al menos tiene bastante coherencia argumental, aunque la parte final sea un poco excesiva.
La actriz protagonista, Ashley C. Williams, consigue una buena dualidad entre tímida chica que, al parecer, sólo busca amor y comprensión, y sexy mujer joven come hombres, si no bellísima, pues no es una belleza arrebatadora ni mucho menos, sí que resulta tremendamente atractiva una vez pasa por el maquillaje, peluquería y vestuario convenientemente seductor.
Tiene la cinta una buena fotografía y sucede que, pese a ser entretenida, no aburre en absoluto, sí que no se queda en nuestra memoria mucho más tiempo que lo que dura su visión. Y esto es porque no tiene casi nada verdaderamente perdurable.
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