Director: Shane Black
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Intérpretes Principales: Boyd Holbrook, Olivia Munn, Trevante Rhodes, Sterling K. Brown, Jacob Tremblay, Jake Busey, Edward James Olmos, Yvonne Strahovski, Thomas Jane, Keegan-Michael Key, Kyle Strauts, Alfie Allen, Niall Matter, Paul Lazenby, Crystal Mudry, Devielle Johnson, Augusto Aguilera, Andrew Jenkins, Dean Redman, Rhys Williams, Steve Wilder.
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Argumento: Desde los confines del espacio hasta los suburbios de las pequeñas ciudades, la búsqueda llega a la casa de la reinvención por Shane Black de la saga "Predator".
Ahora, los cazadores más letales del universo son más fuertes, más inteligentes y más mortales que nunca, y se han mejorado genéticamente con ADN de otras especies.
Cuando un niño accidentalmente desencadena su regreso a la Tierra, solo un grupo de ex soldados y una profesora de ciencias podrán evitar, quizá el fin de la raza humana...
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Mi comentario: Apañada pero nada convincente película de ciencia ficción, continuadora (y ciertamente renovada) de la simpatiquísima saga "Depredador", que tantos buenos momentos nos dieron décadas antes (las dos primeras sólo, conste).
Esta de ahora, lo dicho, es más moderna y sofisticada (sólo faltaría) pero tiene menos encanto y mucho más ruido que nueces... aunque no aburre, ciertamente.
Se puede ver tranquilamente y sólo molesta (a mí particularmente) cierto humor negro que creo honestamente que no tiene la más mínima puta gracia, como cuando el protagonista asesina a sangre fría (sí, es un asesinato) a un malote y acto seguido le dice a su hijo, un niño, que no hay que matar a nadie y al señalarle el pequeño el muerto en el suelo, "el chico bueno" le dice: "- bueno, a partir de ahora". Ja, ja, es que me mondo. Ética ante todo.
Pero dejando este molesto dato, creo que la peli tiene mucha acción, tiros, peleas, etc, pero sin demasiado ton ni son.
El humor es algo ramplón, aunque tiene alguna chispa en algún momento aislado. Y es que se dicen tantas paridas que alguna hace sonreír.
En cuanto al diseño de los predators, pues es lo mejor, pero la incongruencia del argumento, donde los árboles no dejan ver el posible bosque que hay al fondo, hace que todo resulte apelmazado y desmadejado, sin mucha coherencia narrativa que se diga y con hechos gratuitos que rechinan.
En fin que, repito, puede resultar amena en líneas generales, pero creo que no le llega ni a la altura del betún a las dos primeras. Pero supongo que no lo pretendía el bueno de Shane Black.
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