Director: Harald Reinl
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Intérpretes Principales: Karin Dor, Harald Leipnitz, Siegfried Lowitz, Siegfried Schürenberg, Eddi Arent, Ilse Steppat, Dieter Eppler, Hartmut Reck, Kurt Waitzmann, Rudolf Schündler, Kurd Pieritz, Uta Levka, Dunja Rajter, Susanne Hsiao, Uschi Glas
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Argumento: En el castillo de Darkwood el patriarca de la familia, en su lecho de muerte, dicta sus últimas voluntades, desheredando a los hijos y legando todo su patrimonio a su nieta Gwendalina, cuyo padre está en prisión por asesinato. Poco después el coche del notario sufre un accidente provocado y el testamento desaparece.
El documento llega a manos de Richard, uno de los hijos, quien ofrece a sus hermanos la posibilidad de repartirse la herencia en perjuicio de Gwendalina.
Bajo la dirección de Lady Patricia el castillo sirve como colegio internado para las señoritas, pero las internas están asustadas, porque ronda por la cercanía un sujeto siniestro con hábito de monje al que llaman ”El Encapuchado”.
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Mi opinión: Otra de las adaptaciones de una novela de Edward Wallace realizadas por el cine alemán, mejor que otras y menos afortunada que algunas de ellas.
Se ve sin dificultad y entretiene y mantiene el interés por saber quién diablos es el encapuchado de marras así como otros datos, pero, a la vez, se olvida con suma facilidad al de poco tiempo de verla. Esto sucede por cuanto, creo, no tiene nada especial la cinta, estando bien narrada pero siendo muy convencional en fondo y forma. No aporta gran cosa al cine de intriga.
Pero, bueno, resulta amena y cumple su función, resultando eficaz.
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