Directores: Michael Armstrong, Adrian Hoven
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Intérpretes Principales: Herbert Lom, Udo Kier, Olivera Katarina, Reggie Nalder, Herbert Fux, Johannes Buzalski, Michael Maien, Gaby Fuchs, Ingeborg Schöner, Adrian Hoven, Günter Clemens, Doris von Danwitz
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Argumento: Austria, 1700.
Terribles tiempos de superstición y persecuciones religiosas.
Los "cazadores de brujas": crueles y despiadados.
A una ciudad austriaca llega el gran maestro inquisidor para preparar los increíbles juicios que terminarán en terribles torturas para los infelices, que a ojos de los inquisidores han conjurado los poderes de las tinieblas o, en el caso de las mujeres, han fornicado con el diablo.
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Mi comentario: Pues se parece, tal y como está realizado, a un "spaguetti" pseudo-histórico, donde la violencia campa a su anchas, siendo un festín de las torturas más sofisticadas que existían a principios del siglo XVI.
Cuando finaliza la proyección uno/a no sabe con exactitud si lo que ha visto tiene o no calidad cinematográfica.
La realización al alimón de Michael Armstrong y el avezado y también actor Adrian Hoven es más bien atropellada, gracias a un nervioso montaje.
Sí, todo eso es cierto... pero la peli funciona y al final no deja mal sabor de boca, más que nada por cuanto resulta en todo momento entretenida y, sobre todo, espectacular en cuanto a maldades de todo tipo, tanto en el plano estrictamente físico como en el ético y la moral.
Las mayores abyecciones nos son mostradas sin tapujos, siéndonos relatados tres casos ¡verdaderos! algunos de los cuales sigue teniendo plena vigencia, como el que tiene a un joven conde como sufriente protagonista de las maneras del Comendador, un Herbert Lom siempre excelente aunque aquí un poco subido a la parra. En cuanto a Udo Kier, parece un querubín con esa carita de ángel y esos ojitos de cabritillo. No recuerdo haberle visto más joven y todavía sigue en activo. ¡Bravo por él!
En fin, que puede que la peli no sea buena, pero a mi me ha funcionado y al final me ha gustado más de lo que pensaba, francamente (el final, contundente, me parece que cierra perfectamente el tono y espíritu de la cinta).
En su día significó un éxito comercial que facilitó alguna continuación y un montón de copias de pelis de parecido pelo, a ver si había suerte en el nuevo filón.
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