sábado, enero 04, 2020

Jorabado del Soho, el (Der Bucklige von Soho) (Alemania del Oeste, 1966)




Director: Alfred Vohrer
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Intérpretes PrincipalesGünther Stoll, Pinkas Braun, Monika Peitsch, Siegfried Schürenberg, Agnes Windeck, Gisela Uhlen, Eddi Arent, Hubert von Meyerick, Uta Levka, Suzanne Roquette, Joachim Teege, Hilde Sessak, Susanne Hsiao, Kurt Waitzmann, Ilse Pagé, Albert Bessler, Richard Aller
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ArgumentoUna mujer es secuestrada y su identidad es robada por los delincuentes que intentan recoger su herencia.
La policía comenzará una investigación pero más bien porque están apareciendo bonitas muchachas asesinadas estranguladas.
Todo tendrá que ver.
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Mi comentarioPues otra de las simpáticas pelis que el cine alemán produjo y rodó basadas en las novelas policíacas del insigne Edgar Wallace.
Y, como suelo decir, mejor que algunas y peor que otras. Yo más bien diría, en este caso, que es de las menos afortunadas.
Viéndola en pleno siglo XXI (noviembre de 2019) me hace gracia la ingenuidad de algunas escenas, como todas aquellas que tienen que ver con los gadgets o artilugios que, sobre todo los malotes, emplean para sus fechorías, como el tubo que sale de la pared y, cual soplete se va acercando poco a poco a quien está inmovilizada/o en una extraña silla, hasta achicharrarla si no se para a tiempo.




Por lo demás, esta es en color, bonito por otra parte, pero el ritmo es algo irregular y no tiene demasiado interés su trama aunque al final sí que existen un par de sorpresas que, por lo menos, rompen la monotonía del relato.
Bonitas chicas, la grata presencia del incombustible Eddie Arent, y poco más que contar.
No ofende su visión aunque tampoco aporte mucho de interés al cine de intriga policíaco.




¡Ah! Y como curiosidad, sin más, el ver a un actor alemán en el papel de un viejo general inglés hablando de la batalla de Tobruk, en la que había participado como militar aliado... El oírle narrar con pasión el relato tiene su aquél y más teniendo en cuenta que el actor es ya veterano y muy bien pudiera, por edad, haber participado en la contienda. En fin, raro y chistoso a la vez.

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