Director: David Oelhoffen
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Intérpretes Principales: Matthias Schoenaerts, Reda Kateb, Sabrina Ouazani, Nicolas Giraud, Gwendolyn Gourvenec, Marc Barbe, Adel Bencherif, Astrid Whettnall, Djamel Lazaar, Yann Goven, Omar Salim, Ahmed Benaïssa, Fianso, Raphaël Magnabosco, John Sehil
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Argumento: Driss y Manuel son dos amigos de la infancia que acaban tomando caminos distintos: Manuel eligió el tráfico de drogas, mientras que Driss se hizo policía.
Cuando uno de los tratos de Manuel sale mal, los dos hombres se reencuentran y descubren que se necesitan el uno al otro para sobrevivir en sus mundos.
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Mi comentario: Interesante pero no muy apasionante película coproducida entre Francia y Bélgica.
Un film policíaco con intriga de thriller negro, donde lo que más importa no son las escenas de acción sino la tensión emocional interna de los personajes. Estos son de carne y hueso, que no tienen nada de héroes y sienten miedo y vergüenza ante lo que sus acciones ocasionan.
El film se hace algo largo, aunque no pesado, puesto que el espectador desea saber cómo acabará todo, que se puede ver venir de lejos, aunque el interés no decae. Pero no resulta espectacular, por lo que los amantes de siempre del polar francés pudieran sentirse en ocasiones decepcionados. Es lo que reconozco que me ha sucedido a mí, aunque es cierto que va de menos a más, aunque tiene excelentes escenas como los del tiroteo del comienzo y la visita final del protagonista a su padrino.
Buenas interpretaciones, con un muy intenso y humano Matthias Schoenaerts y un estilo de rodaje a veces semidocumental que le da credibilidad al clímax opresor que impera durante toda la cinta.
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