Director: John Gilling
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Intérpretes Principales: Peter Cushing, June Laverick, Donald Pleasence, George Rose, Renee Houston, Dermot Walsh, Billie Whitelaw, John Cairney, Melvyn Hayes, June Powell , George Woodbridge, Michael Balfour, Steven Berkoff, Ian Fleming
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Argumento: El doctor Robert Knox imparte clases de anatomía a jóvenes estudiantes en la Academia que lleva su nombre.
Al concluir una de sus clases, el prestigioso Knox recibe la visita de su prima, mientras horas más tarde se cita a altas horas de la madrugada con Billy Burke y William Hare, un par de siniestros personajes del pueblo que proveen al veterano profesor de cadáveres recientes para sus prácticas.
El modus operandi de Burke y Hare resulta siempre el mismo en sus inicios: el asesinato de viejos sin recursos económicos perpetrados cerca o dentro de la casa del primero, provista de habitaciones para huéspedes, que regenta junto a su esposa.
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Mi comentario:
"Ser condenado por la ignorancia es un cumplido para la sabiduría".
Excelente film británico de principios de los sesenta, basada en hechos reales, y que constituye una profunda disertación acerca de hasta dónde deben llevar los medios empleados para conseguir unos objetivos en aras de mejorar la ciencia en beneficio del ser humano.
La ética y la moral se confunden en una época convulsa donde se comenzaban a descubrir métodos y maneras de mejorar las condiciones de salud de las personas mediante el conocimiento de las partes del cuerpo humano, es decir, de la anatomía humana.
Para ello, un buen hombre en principio, se beneficia de la abyecta labor de dos hombres ruines, despreciables, auténticos asesinos que no dudan en matar a sangre fría a personas para llevarle sus cadáveres, aún calientes, a cambio de dinero.
Todo ello narrado de forma ejemplarmente eficaz, muy entretenida e incluso apasionante en ciertos momentos.
Se consigue un gran realismo y azoramiento para con el espectador, por mor de una perfecta ambientación de los bajos fondos de la ciudad, donde en las tabernas todavía las gentes que la concurren obran en total libertad y muchas veces libertinaje. En dichas escenas hay incluso desnudos femeninos por su parte superior que la censura no cortó en su día y da fe del ambiente de dichos antros.
Excelentes interpretaciones, sobre todo de un Donald Pleasence, en uno de sus primeros trabajos, que ya demuestra personalidad en su malvado personaje.
Para la antología la escena entre el protagonista y la niña en la calle, momento en el que el doctor se da cuenta sin duda alguna, de su proceder y las consecuencias que han acarreado sus actos.
Una gran película, que invita a la reflexión y puede promover tras su interesante visión un buen coloquio.
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