THEY CAME TO A CITY (Gran Bretaña, 1944) Fantástico

 

Director: BASIL DEARDEN
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Intérpretes Principales: John Clements, Googie Withers, Raymond Huntley, Renee Gadd, A.E. Matthews, Mabel Terry-Lewis, Ada Reeve, Norman Shelley, Fanny Rowe, Ralph Michael, Brenda Bruce, J.B. Priestley
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Argumento: En la Gran Bretaña de los años cuarenta del siglo XX, nueve personas, cinco mujeres y cuatro hombres, de diferentes clases sociales, edades y personalidades distintas, se adentran en la noche y aparecen sin saber cómo ni porqué, en un desconocido camino que les lleva a unas  extrañas edificaciones desde donde avistan una ciudad.
Hablarán mucho entre ellas y finalmente entrarán en la ciudad. Al salir de ella, cada una pensará de forma bien distinta sobre lo que han visto y oído en ella. A uno/as les parecerá la "ciudad ideal" y a otro/as no les gustará nada.
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Mi comentario:  

"- Oiga, señor como se llame, ¿entiende de mujeres?
- Sí, me mantengo alejado de ellas".

Buena película fantástica, original y sugerente, que gusta debido a la calidad de su guión, lleno de excelentes diálogos y a unas estupendas interpretaciones.
Nueve personajes que aparecen de repente en un sitio extraño que les lleva a encontrarse, hablar sobre la vida en general y la suya en particular, y visita a una ciudad (que no se ve en todo el filme) "ideal" que, no obstante, no será del agrado de todo/as ello/as.

 

Basada en la obra de J.B Priestley, el gran realizador Basil Dearden, uno de mis favoritos, logra entretener y hacer sugestiva e hipnótica en ocasiones, una historia donde la solidaridad, el amor, la lucha de clases, las diferencias sociales, los anhelos, sueños, frustraciones, se nos muestran a través de la interrelación entre nueve personas bien diferentes entre sí. Cada uno de ello/as hablan de sus vidas y de lo que esperaban y lo que tienen, mostrando sus debiidades, fortalezas y contradicciones.

 

En menos de ochenta minutos el espectador se adentra en un mundo onírico con concomitancias humanistas, dando a entender que la utopía es difícil, seguramente que imposible, pero que hay que luchar por ella, por la justicia social, por conseguir un mundo y sociedad mejores donde las gentes sean libres y trabajen no para ganar dinero sino para un bien común.

 

Todo ello expuesto de un modo muy fluido, siendo interesante y entretenida en todo momento, aunque es cierto que su parte final es bastante discursiva, con algunos personajes hablando mirando al cielo y echando algunos discursos que ya en el cine moderno no se estilan. Magnífica fotografía en blanco y negro de Stanley Pavey y soberbia dirección artística, sencilla pero eficaz y envolvente.
Una pequeña joyita (no llega a ser obra maestra), que merece la pena ver.