jueves, enero 20, 2022

Asesino que acechaba Nueva York, el (THE KILLER THAT STALKED NEW YORK) (USA, 1950)

 

 

Director: EARL McEVOY
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Intérpretes Principales: Evelyn Keyes, Charles Korvin, William Bishop, Dorothy Malone, Lola Albright, Barry Kelley, Carl Benton Reid, Ludwig Donath, Art Smith, Whit Bissell, Roy Roberts, Connie Gilchrist, Dan Riss, Harry Shannon, Jim Backus
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Argumento: Una pareja que contrabandea diamantes de Cuba a Nueva York.
Ella trae también un misterioso cargamento: viruela.
La mujer, insospechadamente enferma, debe sortear el seguimiento de un agente del tesoro, así que se oculta en el hotel de su hermana.Cuando cae enferma, acude a un doctor, quien piensa que sufre de un resfriado. Pero cuando una niña que también estaba en la oficina, muere repentinamente de viruela, la verdadera situación surge a la luz.
La alerta cunde entre las fuerzas del orden, que tratan de atrapar a la persona que puede estar diseminando la infección sobre la gran ciudad.
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Mi comentario

"- Tenemos que detenerlo, vacunar a toda la ciudad.
- ¿Ocho millones de personas?
- ¡Hay que hacerlo!".

Estupenda cinta de serie B en cuanto a presupuesto se refiere, pero llena de positivos elementos que la distinguen sobremanera sobre otras de su época.
Para comenzar narra una historia en cierto modo sorprendente, al menos para la época e la que fue rodada. Y lo hace de forma didáctica, creíble, veraz, con garra dramática y sentido del ritmo, consiguiendo mucha tensión e intriga.

 

Combina de forma inteligente y eficaz los géneros de catástrofes, con los del policíaco-negro, de forma muy entretenida.

Todo en el film es de calidad, comenzando por las interpretaciones, con una Evelyn Keyes magnífica y unos diálogos certeros, como el siguiente:


"- ¡Mira ese mapa! Empieza a llenarse de marcadores. Ya ha saltado a ese distrito, mañana a otro municipio, entonces 10 casos, luego 20, pasado cientos y miles. Somos una ciudad amenazada. Esto no tiene límites. Cada caso es un nuevo propagador, hasta que el mismo aire esté contaminado y respirar signifique la muerte".

 
Una película siempre pertinente de ver que no sólo no ha perdido vigencia sino que, en los convulsos tiempos que vivimos en el presente se torna paradigmático y nos hace ver, quien no lo haya hecho todavía, la importancia de la vacunación masiva para atajar una epidemia mortal y el gran valor de la solidaridad entre los distintos estamentos político-sociales para luchar contra ella.

 
En resumen, cinta de envergadura moral, que también saca, es inevitable, la triste sonrisa del espectador al comienzo, cuando la voz en off dice, mientras se muestran imágenes aéreas de Nueva York, algo así como: "Nueva York, mi ciudad, fuerte y segura". Todavía faltaba mucho para los ataques del 11-S.
Muy recomendable.

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