Título original: Cause for Alarm
Año: 1951
Duración: 74 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Tay Garnett
Guion: Mel Dinelli, Tom Lewis. Historia: Larry Marcus
Música: Andre Previn
Fotografía: Joseph Ruttenberg (B&W)
Reparto: Loretta Young, Barry Sullivan, Bruce Cowling, Margalo Gillmore, Brad Morrow, Irving Bacon, Georgia Backus, Don Haggerty, Art Baker, Richard Anderson
Sinopsis
Un ama de casa cuida desde hace tiempo a su marido enfermo. Este, sin embargo, no sólo no agradece sus cuidados, sino que cuando está mejor de salud se dedica a escribir una carta para el fiscal del distrito, comunicándole que su esposa y su médico, fueron años atrás novios y han planeado cuidadosamente su asesinato. Que si él muere, ellos serán los culpables al ir sumistrándole poco a poco una medicina muy fuerte.
Un día el esposo le da la famosa carta a su propia esposa diciéndole que la eche al buzón y que en realidad va dirigida a su seguro.
La esposa, crédula, ve al cartero por la calle y se la da.
Cuando descubre en realidad de qué va la carta, intenta en una sola hora recuperarla a toda costa. Pero no será fácil...
En el papel, interesante argumento, digo yo, por que en el celuloide queda en esta ocasión como una medianía, un film que promete mucho al principio y decepciona al final.
El caso es que, supongo, todo va dirigido a la sorpresa final, a epatar al crédulo espectador. Sin embargo, en mi caso el final, presuntamente sorprendente y maravilloso, queda únicamente como una broma, si no de mal gusto, algo pesada. Y es que pasar casi hora y media para ver eso...
Pero si perdonamos esto, que ya es perdonar, la cinta es más o menos amena.
Todo discurre sin espectacularidad alguna y la intriga se sostiene gracias a la buena labor de Loretta Young y de Barry Sullivan, ambos excelentes, sobre todo ella que lleva el peso total de la historia.
Pero hay demasiado bla, bla, bla, y no siempre de calidad, pues muchas escenas carecen de garra dramática, pareciendo de relleno. Y es que, a pesar de que no es larga, se podría muy bien haber acortado algunos minutos.
El ritmo es tranquilo y la puesta en escena de Tay Garnett, buen director, en esta ocasión es más bien vulgar.
En definitiva, que puede hacer pasar el ratillo, pero es una película flojita y olvidable.
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